Adiós a la pelirroja de la eterna sonrisa

Su voz de niña, sus rizos juguetones, su pelo rojo y su eterna sonrisa fueron la bandera que paseó para regalarnos un momento de felicidad con su trabajo en cine, teatro o televisión. Pudo sentirse orgullosa de su familia y hacer que esta también lo sintiera  por ella. Hija del director y productor José María Forqué y de la escritora Carmen Vázquez-Vigo, hermana del director Álvaro Forqué y nieta del músico y compositor José Vázquez-Vigo.

Su sangre bohemia paseaba por sus venas, como pasean los niños por una calle llena de escaparates con juguetes. Inició la carrera de psicología pero decidió abandonarla por el arte dramático y con ello continuar la estirpe familiar, hasta llegar a ser todo un icono del cine español. Una “chica Almodóvar”. Una buena directora y actriz de cine, teatro y televisión. Ganadora de cuatro Goyas, dos de ellos el mismo año y por películas diferentes.

Verónica renunció, en sus últimos años, a la larga melena, pero no borro jamás su voz de niña. En su última etapa mostró a toda España su semblante más triste, sin dejar de hipnotizarnos con esa sonrisa que escondía una decisión maquinada durante años, “descansar”.

Sus últimas palabras en televisión fueron, en el programa Master Chef: “Usted sabe jefe que soy muy luchadora… pero mi cuerpo ya no puede”, para terminar explicando “Mi cuerpo y el universo me están diciendo: necesitas parar”.

Ahora que todo ha terminado, volvemos a contemplar esas imágenes que cobran otro sentido. Hoy sabemos que “necesitaba descansar” y eso hizo, en lo que podíamos llamar “la crónica de una muerte anunciada”, aunque nunca imaginamos que sería así, al pronunciar con simpatía estas palabras, para dejar una lección importante de vida: la tristeza a veces se esconde muy bien tras una dulce, amable y simpática voz.

La chica “rebelde”, como ella alguna vez se definió, nos ha dejado una tristeza infinita y una reflexión necesaria. Hay que acabar con los mitos del suicidio. Los expertos nos han dejado claro que no es cierto que quien intenta suicidarse quiera llamar la atención. No es cierto que una persona que quiere acabar con su vida “no avise”, porque 9 de cada diez suicidas sí lo hace, a veces incluso en más de una ocasión. No es cierto que no se deba hablar sobre suicidios para evitar otros. No es cierto que quienes mueren por suicidio o lo intentan, tengan un problema de salud mental, lo que están es agotados de vivir, o como decía Lorca, son tenedores del más terrible de todos los sentimientos: “El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta”.

No es cierto que el suicidio no se pueda prevenir y sobre todo el suicidio no muestra si una persona es valiente o egoísta. Lo que muestra es el dolor infinito que existe en su interior.

Verónica Forqué, tomó su propia libertad para decidir que era el momento de irse, y se llevó con ella sus eternas banderas: su voz de niña, su pelo rojo y su sonrisa infinita.

DATOS DE SUICIDIO EN ESPAÑA

El pasado año 2020, protagonista de una pandemia, fue el año con más suicidios registrados en la historia de España con un total de 3.941 personas que se quitaron la vida. Fueron 11 personas cada día. Un suicidio cada dos horas y cuarto y son el triple de las muertes por accidente de tráfico.

*Teléfono de la Esperanza: 717 003 717

P. Moratilla