La variante Navidad

La Organización Mundial de la Salud utiliza las letras del alfabeto griego para etiquetar a las mutaciones del virus con la intención de simplificar el seguimiento y aliviar el estigma de origen.

La Navidad no es una letra griega pero va a ser sin duda una de las causas de expansión de este virus que nunca se ha marchado. Sí hemos parado su terrible capacidad de afectar y de matar a los seres humanos gracias a las vacunas, al cuidado de los sanitarios y a nuestra voluntad en gestos tan habituales ya como colocarnos las mascarillas o lavarnos las manos.

Una de las peores estrategias del coronavirus es su invisibilidad. Conocemos sus efectos pero no vemos al enemigo. Sin embargo, sí sabemos cómo actúa, sabemos que infecta a más personas cuanto más bajamos la guardia.

Cada vez somos más expertos en el virus y sabemos como protegernos de sus infecciones y sus efectos pero también bajamos la guardia cuando bajan las cifras de contagios y eso es lo que ya esta pasando de cara a la Navidad.

En las grandes y pequeñas ciudades se vive una especie de explosión de júbilo tras los veinte meses de medidas restrictivas más o menos duras, todas ellas necesarias.

La sensación general es que estamos preparados para la fiesta y que nos la merecemos pero dentro de nosotros hay también una llamada a la prudencia.

Habrá que ir equilibrando ambas según se desarrollen los acontecimientos.

elObservadorDCLM