Francisco Núñez acata las órdenes del murciano García Egea

Hay personas que brillan con luz propia, como las estrellas y personas que absorben la luz de otros, al igual que hacen los agujeros negros. Con los políticos pasa un poco lo mismo, los hay que defienden sus ideas y los hay que esperan que otros les den las ideas para poder defenderlas, algo que es muy positivo cuando esas ideas parten de la colectividad. Nada mejor para un político que hacer su programa electoral y la construir la filosofía de su partido teniendo en cuenta lo que piensa la población en su inmensa mayoría, aunque harto difícil de llevar a cabo.

Dentro de esta inmensa tarea que es intentar ver “lo que quiere la mayoría”, algunos se hacen perezosos y les cuesta trabajo el análisis, aunque se recorran miles de kilómetros de la región, para participar en procesiones, misas o corridas de toros. Es mucho más fácil esperar a que su superior jerárquico le marque la senda de lo que tiene que decir, sobre todo cuando habiendo hablado por iniciativa propia les han  mandado callar.

Algo de esto debe ser lo que le pasa al “aspirante” a presidente de CLM del PP, Francisco Núñez, que hace ahora justo un año firmó el acuerdo por el que se creaba la “Mesa del Agua”, jactándose de ser una iniciativa propia que serviría como instrumento de defensa de los intereses de Castilla-La Mancha, y por ende de sus gentes.

Así el 10 de diciembre de 2020, el presidente del PP de CLM, Francisco Núñez en el acto de la firma de este acuerdo, afirmaba con rotundidad que era un “día importante para CLM y para su futuro, ya que se blindan los intereses de nuestra tierra en materia hídrica”. Esto puso los “pelos de punta” al murciano Teodoro García Egea, mano derecha de Casado, sobre todo cuando la prensa murciana titulaba la noticia como “PSOE, PP y CS firman en Toledo un pacto que propone acotar el trasvase”. Tal fue la reacción del popular “lanzador de huesos”, que le faltó tiempo para llamar a Núñez a capítulo al objeto de dejarle claro que abandonara ese planteamiento, ya que “el partido debía mantener un lenguaje unitario con el agua”.

PACO NO DISCREPA

Núñez aprendió tan bien la lección que en el último congreso regional del PP, el pasado 13 de noviembre, García Egea le felicitó diciendo que “Con Paco veo un partido fuerte y unido”. Y es que “Paco” no discrepa. Pone los intereses del partido por delante de los de su región. De sus agricultores que piden agua, de los ciudadanos que piden un Tajo más limpio, de los castellano-manchegos cansados de tener una cloaca exterior que atraviesa sus tierras y lo que es peor, de los castellano-manchegos que beben el agua de cisternas. Por eso García Egea cerró su discurso diciendo que “CLM es una tierra de tradición, de gente trabajadora, pero que quiere que le den lo que le corresponde, ni más ni menos”, por eso no quiere que se reduzcan los envíos de agua a Murcia, y si fuera posible apostaría por incrementarlos, porque a su juicio a Murcia le corresponde más agua que a CLM.

Casado nos llama “castellanos-manchegos”, dejando claro que han sido pocas las veces que se ha referido a los castellano-manchegos, ya que no sabe ni nombrarlos, mientras que al murciano, García Egena, le traiciona el subconsciente al decir en Puertollano que “El PP siempre defenderá antes a nuestros vecinos que a nuestro partido”, y claro ¿Quiénes son los vecinos de Castilla-La Mancha?  Inevitablemente: el este, la Comunidad Valenciana y el sur-este, la Región de Murcia. Esta es una lección que aprendió bien Núñez.

DCLM