Directos e indirectos a la mandíbula entre Casado y Ayuso

Con el telón de fondo del Congreso del PP de Andalucía, Casado y Ayuso se han dedicado a lanzarse puyas indirectas pero directas a la mandíbula. Casado ha advertido que los personalismos no caben en su formación política porque se trata, ha añadido, de “una gran orquesta donde no caben los solistas… Esto no es un talent show de megalomanías”. Ha aludido a la responsabilidad del PP, un partido, que, ha dicho, “no puede arriesgarse en una hoguera de vanidades que no conduce a ninguna parte”. Casado le ha dicho al líder andaluz, Moreno, que le da igual cuando convoque elecciones porque “vas a arrasar”.

Con Ayuso las cosas son muy diferentes porque Casado no quiere que Ayuso anticipe elecciones ni que se convierta en la presidenta del PP de Madrid ya que esa no sería más que su primera meta. Antes de que hablara Casado y, desde el alejamiento que viven como pareja en su particular Isla de las Tentaciones, Ayuso hurgó un poco más en la llaga de Casado asegurando que “los únicos que tienen la prerrogativa de convocar elecciones en el PP son los presidentes autonómicos”, reivindicando la autonomía de barones y baronesas frente a la dirección nacional de Génova. 

Entre las puyas indirectas pero directas que lanzó Ayuso a la mandíbula de Casado, estuvo el consejo en diferido a Moreno de que “vuele libre y tome sus propias decisiones, ya que solo se desgasta quien se comporta como una marioneta, quien no es valiente y quien no tiene las ideas claras sin rumbo fijo”.

Las palabras de Ayuso causaron un gran revuelo en Génova y fuentes de la Comunidad de Madrid aseguraron que no se trataba de un mensaje contra Casado sino contra Vox. 

Es decir que Ayuso le dijo a Vox que vuele libre y que solo se desgasta quien se comporta como una marioneta, etcétera.

Abascal y los suyos tuvieron que fliplar en colores. 

Porque, en realidad, cualquiera que tenga un mínimo recorrido mental entiende que cuando Casado dice que en su partido no caben personalismos, megalomanías, ni solistas, lo que quiere decir es que él es el único solista de su partido y que Ayuso pretende hacerle la cama para echarle por la ventana de Génova con la esperanza de que cuando caiga amortigüen su impacto los chicos de Vox tras haber salido despeñado de la sede pagada en negro sin rumbo fijo como un vulgar Superman, destronado por la valiente marioneta que pretende volar libre desde el talent show de su megalomanía, en plan primera hoguera de la Isla de las Tentaciones.

Surrealismo a prueba de bomba y platillo.

elObservadorDCLM