De China a Castilla-La Mancha: la relocalización de empresas, una oportunidad de negocio para España

 

 

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha: "Tenemos más suelo que nadie… y esto es importante para Castilla-La Mancha, para España en su conjunto y, si me lo permiten, para la Península Ibérica… Castilla-La Mancha es la que más ayudas al empleo, más ayudas a la empresa y más agilidad ofrece en los trámites burocráticos de toda España”.

 

EL FANTASMA DEL DESABASTECIMIENTO RECORRE EL MUNDO

El precio de los contenedores se ha llegado a quintuplicar. Si antes de la pandemia, el alquiler de un contenedor para transportar una mercancía costaba 3.500 euros, ahora llega a los 15.000 y eso en caso de conseguirlos. No es que no haya barcos dispuestos a realizar el transporte, es que no hay contenedores o están escondidos. Además, el precio de muchas materias primas ha aumentado hasta cifras no vistas en los últimos diez años.

Supongamos que una empresa española ha fabricado en China o ha decidido comprar allí una gran cantidad de productos para venderlos en España. Ahora mismo es muy complicado encontrar un contenedor que los transporte o resulta excesivamente caro. Puede ser que se trate de algo pasajero, un exceso de demanda tras la pandemia, pero hay quien afirma que se trata de una compleja maniobra de mercado. Ya es un hecho tanto la ralentización en las entregas como el cuello de botella logístico. Se anuncia escasez de cartón, de papel, de vídrio, de pelotas de padel o de microchip para las tarjetas de crédito. Las empresas optan por diversificar su mercancía y una mayor agilidad y flexibilidad, algo muy difícil de lograr con las fábricas en Asia. En definitiva, todo apunta a que la producción se aproximará cada vez más a su cliente final.

LA RELOCALIZACIÓN: ¿SE ACABÓ EL MADE IN CHINA?

A principios del año pasado, antes de la pandemia, se empezó a constatar un fenómeno mundial: se acabó pensar que China era la mejor alternativa donde localizar la producción de las empresas. Antes de la pandemia ya empezó a hablarse de la relocalización o el “reshoring” con la idea de reubicar o repatriar una parte o toda la producción de empresas en sus países de origen o en zonas más próximas.

El febrero del pasado año, Bank of America anunció que un 83 por ciento de las empresas de Estados Unidos tenían planes de relocalización. Ya entonces se constató la vuelta a sus lugares de origen de numerosos procesos de fabricación tanto en Estados Unidos como en Europa. Y no solo se trataba de un proceso político proteccionista, sino que existen otros factores como el aumento de los costes salariales en los países emergentes como los problemas de transporte que están en aumento. Firmas tan importantes como Adidas, Apple, Nike o General Motors han emprendido ya sus procesos de relocalización.

Otro de los motivos más importantes que se estudian en el proceso de ´reshoring´ es la creciente inseguridad mundial además de ese enorme aumento de los costes. Todo apunta a que ha llegado a su fin uno de los principales efectos de la llamada globalización. 

China fue considerada como la fábrica del mundo, pero va a dejar de serlo porque tanto los salarios como el yuan han repuntado y en su país ha ido en aumento la calidad de vida.

Incluso fábricas asiáticas como la coreana Samsung o la japonesa Sony decidieron ya hace dos años salir de China e instalarse en Vietnam y la India.

Las empresas europeas también valoran cada vez más problemas añadidos como la complejidad de gestionar su cadena de suministros a 10.000 kilómetros de distancia, además de las diferencias culturales que también son relevantes para los negocios.

China ha cambiado o está en proceso de cambio. Wuhan, como ciudad emergente de primer nivel con una importancia insustituible en el centro de China, se ha convertido en un imán para las marcas y los minoristas mundiales deseosos de ampliar su presencia en la región. También ofrece el mejor entorno para Heartland 66, un complejo comercial de categoría mundial en Wuhan. Este centro comercial se ha posicionado como un complejo de alta gama con ofertas de calidad y ha demostrado su atractivo como punto de referencia para las opciones de moda y estilo de vida. Entre las marcas que venden allí sus productos están Louis Vuitton, Gucci, Dior, Celine, Loewe, Balenciaga (primera en Wuhan), Fendi, Saint Laurent, Burberry o Bottega Veneta…

REINO UNIDO, FRANCIA, ITALIA Y DINAMARCA, A LA CABEZA DE LA RELOCALIZACIÓN EN EUROPA

Los dos países europeos que empezaron a relocalizar sus empresas fueron Reino Unido y Francia. Los gobiernos de ambos están realizando una apuesta muy fuerte para ayudar a las empresas a su modernización y la puesta en marcha de nuevas tecnologías. Junto con Italia y Dinamarca, han llegado a reunir el 60 por ciento de los casos de relocalización de empresas europeas. Esas nuevas tecnologías requieren de mano de obra cualificada. Se añade a ello el miedo de ciertas grandes corporaciones a las guerras comerciales de las grandes potencias que pueden incidir en los transportes en aguas internacionales.

Pero también ha sucedido ya con conocidas e importantes empresas españolas como Mango u Orbea, en un intento de acercar la producción debido a los costes de sus factorías en Asia. 

Además de los costes y el precio de los transportes, las empresas españolas valoran también la proximidad para poder generar una respuesta más rápida a posibles imprevistos del mercado, una mejora en la personalización del producto y a las facilidades en la distribución logística.

HECHO EN ESPAÑA

Aunque los estudios de las empresas no cuentan en un principio con que el consumidor español valore dónde se fabrica el producto, algunos estudios de mercado basados en comportamientos sociales afirman que el “Hecho en España” aportaría un valor añadido a los productos después de tantos años de ver en las etiquetas el “Made in China” o el de otros países asiáticos. Con lo que sí están convencidas las empresas es que es más sencillo aportar valor desde la cercanía que teniendo las fábricas en el otro extremo del mundo.

En definitiva, las empresas españolas intentan esquivar los cuellos de botella, la escasez de contenedores en los puertos y el incremento de costes del transporte marítimo, así como los largos trayectos para enviar la mercancía desde China con un proceso de acercamiento de fábricas a países próximos al nuestro o a los mercados donde se va a comprar el producto final. Con la relocalización se pretende mejorar la sostenibilidad para la huella de carbono y la personalización de los productos.

Este camino ya se comenzó a andar antes de que estallara la pandemia y de que encallara el buque Ever Given en el Canal de Suez. 

COMPRAR ROPA EN ROMA

En Italia han conseguido mantener un gran número de diseñadores y talleres de ropa en los alrededores de Roma. El impacto se puede comprobar fácilmente en tiendas como las situadas en Vía del Corso, muchas de ellas dedicadas a la ropa masculina. Los precios no son más caros que en el resto de Europa, pero las prendas resultan mucho más atractivas, no están globalizadas, marcan y reflejan tendencias en menos margen de tiempo, sin pagar los transportes y en sus etiquetas aparece el “Made in Italia” que ya es garantía de calidad. Algunas empresas textiles europeas, actualmente ubicadas en Asia, valoran otros factores a la hora de pensar relocalizar su producción en España. Por ejemplo, para hacer más rentable un pedido que debe llegar del otro lado del mundo, se deben realizar encargos masivos, por ejemplo, de cinco mil chaquetas. El problema aparece cuando las prendas no tienen en España la acogida esperada y deben venderse a precios de saldo. La compra masiva no resulta tan rentable como si se hubieran comprado menos prendas en España y, en poco tiempo, se pudiera modificar la cantidad en función de su acogida. 

En definitiva, las empresas quieren tener más control en la cadena de producción, de forma que se puedan adaptar mejor a posibles eventualidades y al final lo que importa es también la rentabilidad que se obtiene en los comercios.

La industria textil lo tiene más claro que las empresas dedicadas, por ejemplo, a los juguetes. El camino es aún largo porque, por ejemplo, el 80 por ciento de los juguetes que se venden en España se fabrican en China. Las empresas españolas han adelantado mucho sus fechas de fabricación y traslado. Al parecer, en este sector no hay planes de relocalización a corto plazo.

LA ROBOTIZACIÓN, EL TRABAJO INFANTIL Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

Otro de los motivos por los que se está multiplicando la deslocalización de empresas es la mayor accesibilidad a la robotización. No tiene ya sentido en este caso enviar los robots a China o Vietnam porque ya no va a ser más rentable una mano de obra cada vez más cara. El mismo informe de Bank of America asegura que en 2025, el número de robots en la cadena mundial de producción llegará a los cinco millones. La robotización no va a significar pérdida de empleo ya que se van a generar otros mucho más cualificados. La relocalización podría recuperar una gran cantidad de empleos perdidos por la deslocalización.

Le llegada de los robots coincide también con una mayor conciencia sobre el control del trabajo infantil y los derechos humanos de los trabajadores en todo el mundo y controlar en lo posible la contaminación debido a los grandes viajes entre continentes.

UNA OPORTUNIDAD PARA ESPAÑA Y PARA CASTILLA-LA MANCHA CON EL DECIDIDO APOYO DE LA JUNTA DE COMUNIDADES

Castilla-La Mancha es una Comunidad atractiva para la instalación y para la relocalización de empresas. Es una apuesta de la Junta de Comunidades y del propio presidente García-Page: “Tenemos más suelo que nadie… y esto es importante para Castilla-La Mancha, para España en su conjunto y, si me lo permiten, para la Península Ibérica… Castilla-La Mancha es la que más ayudas al empleo, más ayudas a la empresa y más agilidad ofrece en los trámites burocráticos de toda España”.

El pasado mes de abril se anunció la instalación de un nuevo almacén de Amazon en Illescas (Toledo) donde ya contaba con un centro logístico para artículos voluminosos. Ahora se trata de un segundo centro con más de 180.000 metros cuadrados. La compañía asegura que el almacén creará 1.200 empleos fijos en los próximos tres años. El nuevo centro se destinará a productos de menor tamaño (móviles, juguetes o libros, entre otros) y dará servicio a las operaciones de Amazon tanto en España como en Europa.

Algunas importantes empresas textiles españolas ya apuestan por las etiquetas “Hecho en España. Springfield ha trasladado recientemente la fabricación de sus productos de calzado a Toledo. También están apostando por la proximidad grandes empresas como Cortefiel, Leroy Merlín y El Corte Inglés que también están planificando fabricar sus productos textiles, de electrodomésticos o productos para el hogar en España. El Corte Inglés ya ha relocalizado en España el 70 por ciento de sus proveedores de electrodomésticos.

En Cabanillas del Campo, Guadalajara, se ha instalado la nueva planta de perfumería de Mixer&Pack con previsión de crear 150 nuevos empleos. Esta empresa fue fundada en el municipio madrileño de Meco en 1994 y en la actualidad es uno de los mayores desarrolladores y fabricantes de perfumería y cosmética para terceros de España como, por ejemplo, Loewe, Zara, Pull&Bear, Desigual, Tous, Roberto Verino y Angel Schelesser, entre otras marcas.

También se anuncia la instalación de la empresa alemana Schütz Ibérica, dedicada a la fabricación de depósitos de polietileno de alta densidad (PEAD) destinados al almacenamiento de líquidos, en la localidad toledana de Cazalegas, en la comarca de Talavera de la Reina, con la previsión de crear 40 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos.

La consejera de Economía, Patricia Franco, ha puesto a disposición de las empresas que se instalan en nuestra tierra instrumentos de apoyo a la inversión, la financiación, formación profesional y la internacionalización

Con todos estos datos a los que hay que añadir la estabilidad política en nuestro territorio, es posible imaginar que Castilla-La Mancha reúne todas las condiciones para convertirse en una de las regiones que pueden albergar en su extenso territorio muchas de las empresas que han decidido retornar tras su periplo asiático.

DCLM