El "mal gusto" de Begoña Villacís

Se puede tener mal gusto con la ropa o los complementos, un mal gusto que padece solo quien lo disfruta, por lo que este mal gusto es tolerable. El que es intolerable es el mal gusto en política, donde se habla (o se debería hablar) de equipos y remedios generales, no singulares, ni protagonistas, ni individualizados. Por eso cuando algún político tiene “mal gusto” no es difícil localizarlo, la verdad siempre sale a flote y aunque en política se intentan maquillar las palabras, el significado de las mismas no falla jamás, y en el peor de los casos nos deja ver el fondo de quien las pronuncia, sobre todo cuando las pronuncia debido a una “asociación de ideas”.

En estos días se ha dejado ver el notable mal gusto de la Vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (CS), que tras volver de sus vacaciones en yate en Ibiza, se ha vuelto a colocar en la bandera intermedia Almeida-Ayuso, con su supuesto talante “liberal” (como el de Esperanza Aguirre) y ha tenido la osadía de dirigirse a través de las redes sociales a Irene Montero, ministra de Igualdad, para ofrecerle el puesto de ministra de igualdad de Afganistán.

Eso es mal gusto.

Eso es hacer bromas con cosas muy serias, o desearle un mal grave al rival político. Eso es banalizar con el dolor de muchas mujeres en estos momentos. Eso es querer ser la “graciosa” en un mundo que llora lágrimas de sangre.

La ministra de Igualdad, Montero, en una entrevista señaló que "todas las culturas y religiones" tienen formas de "oprimir a las mujeres" y de "disciplinar su cuerpo" con "diferentes niveles de dureza". "Pasa en Afganistán, con el derecho al acceso a un empleo, a la educación o a la salud, pero también pasa en España con tasas intolerables de asesinatos por violencia machista".

Puede el lector volver a leerlo y tratar de buscar la “barbaridad intolerable” con la que definió estas palabras la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y tal vez por eso, su segunda de abordo ha buscado el guiño de complicidad en el ojo de “la jefa” escribiendo a través de las redes sociales a la ministra de Igualdad, "Señora Montero, sorprendentemente en el actual gobierno talibán de Afganistán el puesto de ministra de Igualdad está vacante. Seguro valoran experiencia en puesto igual o similar".

Lamentable señora Villacís. En el actual gobierno talibán de Afganistán tampoco hay ministras, vicealcaldesas, diputadas, senadoras ni consejeras y lo que es peor, según la OMS, ni siquiera hay enfermeras en los hospitales. ¿Dónde está la gracia de su afirmación?

P. Moratilla