PRESIDENTA AYUSO, ¡PRESENTES!

No quería escribir esto porque atañe a un compañero de profesión pero se trata de una opinión al fin y al cabo y esta es la mía. Después del ilustrativo debate electoral de la noche del miércoles, ese periodista escribe en un diario que un día se pudo leer y de cuyos nombres hoy no quiero acordarme. Su resumen del debate es “Ayuso, en modo presidencial, Gabilondo, con dureza postiza y Pablo Iglesias, de caza mayor”. Me quedo con Ayuso.

Parece que algunos periodistas y algunos medios se han vuelto locos, locos por la pasta, locos por el poder o locos porque todos nos volvamos locos. 

Si vimos el mismo debate, Ayuso, en efecto, estuvo en modo presidencial pero de presidenta pedestre de una comunidad de vecinos que acude a una junta a regañadientes y demuestra  no conocer lo que pasa en su edificio porque en realidad quien lo maneja todo es el administrador, su sombra que fue la mano derecha de Aznar y probablemente lo sigue siendo. Sin el muñidor Rodríguez, creador de la interesante dicotomía entre cañas y contagios, MAR, Ayuso demostró su absoluta ignorancia sobre temas tan básicos como el número de muertos en Madrid por coronavirus o el número de personas en listas de espera.  

En modo presidenta, Ayuso interrumpía con impertinencia a los que ofrecían datos mientras ella respondía que las preguntas sobre los fallecidos en Madrid o las listas de espera eran “maniqueas”. Pero el maniqueísmo es otra cosa que tampoco sabrá nunca IDA, la lucha entre dos principios contrarios como el saber o el trabajo y la ignorancia o la holganza.

No quería escribir esto porque se trata de un compañero de profesión. Pero, el mismo que ofreció ese titular como balance del debate es el que dijo en Al rojo vivo: “Yo prefiero a un gobernante corrupto que un comunista gane el poder”.

Rezo cada mañana a Putin para no recibir la sputnik y porque Ayuso no gane las elecciones.

Gloria Gallas