MÁS QUE TRUMPISTAS, TONTISTAS

Parecemos bebés mecidos en la cuna de la democracia. Comparamos con el trumpismo la actuación infantil de Ayuso, Cospedal, López del Hierro, Casado, Abascal, Teodoro y el resto de la compañía del teatro de la comedia y nos quedamos tan frescos. Parece que no nos damos cuenta de que juegan con nosotros, que tienen un rostro muy muy duro, que están mintiendo una y otra vez ante los tribunales de justicia asegurando que ellos no son ellos, que no se conocían y que no estaban todos metidos en una trama que en aquellos tiempos les parecía de lo más normal, que una cosa lleva a la otra y una mano tapa otra mano, hasta que les han pillado y no tienen otra posibilidad que tratar de mirar para otra parte como niños malos que han hecho una travesura y responden cuando sus padres les recriminan: ¿yooo?, pero si yo no he hecho nada, con la esperanza e incluso con la convicción de que vamos a tragar con su dinero negro, con sus negocios privados desde puestos públicos, con sus bailes de salón desgastando palabras con una trayectoria tan sagrada en el transcurso de la historia del ser humano. La libertad no es un eslogan electoral de tres al cuarto para amparar el egoismo, el amiguismo, los negocios con la sanidad, señora Ayuso, experta en el uso y el abuso del tontismo. Usted puede ser como sus predecesoras, la maestra Esperanza, la finiquita Cospedal y la máster Cifuentes y un día, antes o después, caerá como ellas porque su solidez es tan gaseosa como aparente, fingida, inconsistente, falaz, ilusoria, superficial.

Vivimos inmersos en una burbuja. Parece que nos han inoculado una vacuna contra el tontismo y lo soportamos sin rebelarnos como si no fuera un trampantojo para bebés a los que mecen con un biberón de leche caliente, en la cuna de la democracia.

Gloria Gallas