AYUSO, RODRÍGUEZ Y SPUTNIK: ¿QUIÉN DA MÁS?

En plena campaña madrileña, tenemos espectáculo gratuito nuevamente. Ayuso versus Miguel Ángel Rodríguez generando ruido y confusión que es lo que se han propuesto para ganar las elecciones. 

No se crean que se han inventado este sistema, no, es una copia burda de lo mismo que Trump o Bolsonaro hicieron en sus respectivas campañas. Más correspondería hacerlo a Vox que al PP pero en esta batalla encarnizada para conseguir el poder también vale todo.

Es sencillo, generar inestabilidad, decir muchas cosas, aunque la mayoría sean mentira para ir creando dudas en la población. Contarlo muchas veces seguidas y hacer movimientos que generen un golpe de efecto, aunque el resultado sea un fiasco. Escupir barbaridades por esa boca insegura e intelectualmente floja para que Madrid sepa que ella esta ahí dándolo todo.

El ex tertuliano dirige perfectamente a su marioneta que, obediente, hace todo lo que el propone. La última: la compra de la vacuna rusa. Saltándose a la torera todo el protocolo establecido, salen en televisión contándonos que están en negociaciones para comprar la vacuna sputnik.

No importa que no esté aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, ni que la compra de las vacunas se hace en conjunto por los países de la UE, ni que la Comunidad de Madrid no tenga competencia en esa gestión. 

Nada importa, solo el jaleo que se forma y que queda en la mente de los madrileños que ella, la más, va a comprar una nueva vacuna para todos los madrileños porque el estado español es tonto y no lo consigue.

 Sabe que no tiene competencia y lo dice, pero el ruido ya esta hecho eso queda en el inconsciente del votante.

Vale todo, estamos en campaña, y las malas prácticas están permitidas. Ni moral, ni verdad, ni conciencia.

Olé y olé, Isabel. Eres la más grande. Veremos si cuando ya no les hagas falta te fulminan como hicieron con Cifuentes. Mientras tanto, disfruta de tu momento de gloria.

Tiene gracias el eslogan: comunismo o libertad y negociando con los rusos para conseguir la vacuna.

Que gran contradicción…. ¡Que locura!

Marta Herrera