El juego sucio de la sexta provincia de Castilla-La Mancha

Lo ha dicho con claridad el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha: “Tampoco sirve de mucho que algunos nos esforcemos muchísimo con medidas restrictivas, si otros en España van presumiendo de ser menos restrictivos, de manera que cuando se abra la barrera nos volvemos todos a complicar la vida. Va a llegar un momento en que si la tercera ola no se domina, yo seré el primero en pedir medidas nacionales. Tengan en cuenta que en esta región tenemos el efecto de la sexta provincia, es como si CLM tuviera seis provincias, además de las cinco habituales, hoy tenemos más de cien mil personas que se han venido a vivir aquí en una especie de fuga sanitaria, de emigración sanitaria”.

Se refería García-Page a la vecina comunidad de Madrid con muchos madrileños que se vienen a vivir a nuestra región “porque aquí tienen sanidad, educación, servicios sociales y atención sanitaria de otra manera… Es evidente que la gente se mueve a sitios que les ofrecen más garantías”.

En Castilla-La Mancha, región sin recortes sanitarios desde que se fue Cospedal, se emiten 1,2 millones de recetas sanitarias a ciudadanos de Madrid desde que empezó la pandemia. Page recalcó que no hace ningún reproche a los ciudadanos pero sí añadió que se trata de un problema que hay que arreglar entre todos. Con juego limpio, sin presumir como hace la presidenta Ayuso ante sus hosteleros y empresarios de ser la comunidad menos restrictiva cuando todos los informes avisan del peligro de permenecer en locales cerrados. Pero luego las consecuencias se sufren en otras regiones españolas como en el cuento de aquellas criadas que levantaban las alfombras para esconder allí la suciedad de la casa. 

Castilla-La Mancha no quiere ser la alfombra de nadie y menos de una política presumida, ventajista e irresponsable.

elObservadorDCLM