¿POR QUÉ CONTRA SIMÓN?

La noticia fue que los médicos pedían el cese de Fernando Simón como director del Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), “por su incapacidad manifiesta y prolongada a lo largo de la evolución de la pandemia”. Lo pedía Consejo General de Colegios de Médicos, que engloba a los 52 Colegios de Médicos de España, con unos 260.000 colegiados (En España la colegiatura es obligatoria para poder ejercer).

Nadie ha explicado en qué consiste esa “incapacidad manifiesta”, ni están claros los motivos del pronunciamiento. El Consejo se mostró indignado por unas declaraciones de Simón en las que señalaba que “ahora los profesionales sanitarios tienen un aprendizaje con respecto a la primera ola” y que “tienen un mejor comportamiento evitando contagiarse fuera de su espacio de trabajo”. ¿Es eso suficiente para una reacción tan desmesurada? ¿Tan fina tiene la piel el Consejo de Médicos?

Se señala a Simón de decir y desdecirse, de anunciar directrices cambiantes durante la pandemia. Pero, ¿quién no lo ha hecho en esta pandemia, de la que nadie sabía nada hace unos meses? La propia Organización Mundial de la Salud ha dicho una cosa y más adelante la contraria, porque cada día se ha ido aprendiendo.

Curiosamente, el Consejo no han hecho ninguna propuesta para ayudar a acabar con la pandemia.

Fernando Simón dirige desde 2012 una Agencia del Ministerio de Sanidad. Fue puesto allí por el gobierno de Mariano Rajoy. Pero no tiene competencias sanitarias, que desde 2001 son atribución de las Comunidades Autónomas. No tiene funciones de gestión, por lo que no puede responsabilizársele de la mala o buena gestión de la pandemia.

No han mostrado la misma sensibilidad los señores del Consejo, para, por ejemplo, manifestarse contra los recortes de personal sanitario o para reivindicar mejores laborales y salariales; ni han clamado contra la venta de la sanidad pública; ni se han solidarizado por los profesionales que han tenido que abandonar el país para ejercer su profesión; ni se les ha ocurrido pedir la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid por prohibir el traslado de ancianos con Covid-19 a los hospitales, ni por construir un hospital de dudosa necesidad y desmantelar otros hospitales para ponerlo en marcha. Al parecer, no se han enterado de que el 80% de los médicos de urgencias trabajan con contratos y salarios basura…

No son pocos los médicos que ven en el Consejo una entidad corporativista, cuya gestión interna tiene serios déficits democráticos, con escasa representatividad (en las elecciones de septiembre pasado solo votaron el 13% de los colegiados), con matices parasitarios y cuya preocupación principal es consolidar su estatus. De hecho, varios Colegios de Médicos se han desmarcado de la petición del Consejo sobre el cese Simón, que consideran excesiva y exagerada.

No es superfluo recordar que los dirigentes del Consejo (entre los que no faltan altos miembros del Opus Dei), se han pronunciado públicamente contra la eutanasia, el aborto, la “ideología de género” y otros temas, en línea con las posiciones del Partido Popular y Vox.

Waldo Gerardo Fernández Ramos