Julio Magdalena publica su libro "Yo fui espía en la Corte"

Julio Magdalena Calvo, conquense, colaborador habitual de DCLM, acaba de publicar su nuevo libro que puede adquirirse en este enlace de Amazon.

EL AUTOR:

El autor es nacido en Madrid. Es economista de formación y su vida laboral transcurrió como directivo de la Seguridad Social en las provincias de Madrid, Santa Cruz de Tenerife y Cuenca donde ejerció, entre otras funciones, las de Subdelegado del Gobierno, tratando, en todo momento, de compaginar sus obligadas responsabilidades como funcionario público con exclusividad con las aficionadas de escritor en sus ratos libres.

Articulista en diversos medios de Castilla-La Mancha, con anterioridad a “Yo fui espía en la Corte”, ha escrito numerosos relatos cortos y ha publicado los siguientes libros: “Mis soledades compartidas”; “El directivo con sentido…del humor, claro”; “La creatividad liberadora”; “El cartero de Cuenca siempre llama dos veces”, “El jeque blanco” y “El Cuencacuentos”, estando a la espera de que la Diputación de Cuenca pueda editar “La hormiga mágica de Cuenca”, un libro de cuentos para adultos con ilustraciones de Adrián Navarro.

SINOPSIS:

En los primeros años sesenta, unos niños vivían sus aventuras en un refugio antiaéreo de la guerra civil, en el interior de un túnel excavado en una calle de Madrid. Mantenían frecuentes disputas sobre la importancia social de sus respectivas familias, hasta que un buen día, uno de los contendientes entregó al otro una carpeta. Pero no pudo ver su contendio porque la entrada del túnel quedó cegada.

Al cabo de los años, el entonces niño receptor de la misteriosa carpeta, ahora ya un adulto, por una casualidad del destino descubrió la carpeta en una mudanza, encubierta entre libros, revistas y otros documentos almacenados durante años. La abrió con sumo cuidado, habida cuenta del estado en que se hallaban los folios que contenía, descubriendo que se trataba de una autobiografía de un noble que vivió en la corte de Felipe IV, donde explicaba con todo lujo de detalles los acontecimientos de los que fue principal testigo: intrigas, traiciones, manifestaciones artísticas, amoríos, procesos inquisitoriales, lances y luchas por el poder.  

No pudo dejar de leer aquellas páginas hasta que terminó la última. Depositó la carpeta sobre una mesa y, mirando al techo, musitó: ¡Me has ganado, periñán!