El mundo de la cultura se despide de Marcos Mundstock, un hombre "sabio, humilde y genial"

El mundo de la cultura se ha despedido a través de las redes sociales del humorista de Les Luthiers Marcos Mundstock, fallecido este miércoles 22 de abril a los 77 años, a quien han calificado como "un hombre sabio, humilde y genial".

"Ustedes pensarán, como yo, que Marcos Mundstock es uno de los grandes artistas de nuestra historia. Quiero decirles que era mejor persona aún. Un ser de luz. Comparto con ustedes su último saludo en un escenario, para que puedan acompañar el aplauso", ha señalado el cineasta argentino Juan José Campanella.

Mientras, el actor Juan Diego Botto ha destacado sus "recuerdos de inmensa felicidad ligados a la voz" de Marcos Mundstock. "Gracias a Adolfo Aristarain tuve la suerte de conocer a ese hombre sabio, humilde y genial. Infinita gratitud. Que la tierra te sea leve".

El político y actor Toni Cantó ha resaltado una de las "genialidades que Mundstock era capaz de hacer" compartiendo uno de los vídeos del humorista en Twitter. Igualmente, el escritor Fernando Aramburu ha explicado que "a poca gente ha admirado uno tanto como a este hombre (y a Daniel Rabinovich)".

"No suelo hacer pública mi tristeza por la muerte de personas a las que he admirado. Pero vaya mi respeto, renovado cada día, por gente como Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich. Es enorme la huella feliz que dejaron en mí", ha afirmado el escritor Eduardo Sacheri.

Por su parte, el humorista Juan Luis Cano (Gomaespuma) ha lamentado la noticia del fallecimiento, que supone "una pena, sumada a otra pena y a otra pena. "Les Luthiers nos han hecho tan felices. Vaya puto momento este. No ha sido por Covid 19, pero qué más da. Tristeza grande. DEP", ha señalado. El mago Luis Piedrahíta también considera que se ha ido "un amigo, un maestro y un genio imprescindible".

"Se nos ha ido Marcos Mundstock, libretista, actor, locutor y cantante en Les Luthiers. La voz profunda, elocuente e irónica que dominó como nadie ese humor inteligente que nace de la pirueta léxica y del juego lingüístico. Su reino era la palabra y hoy nos deja sin voz", ha señalado el INAEM desde su cuenta oficial.