02.10.2021 10:17h.

De Pereda A Machado

Por Julio García-casarrubios Sainz

Valdepeñas, 30 de septiembre de 2021





De Pereda a Machado





Ha sido y es, muy frecuente, mandar leer a nuestros alumnos libros, con el sano pensamiento de que se vayan ilusionando con la lectura. Pero la pregunta es: ¿lo hemos conseguido? Esas lecturas, a veces obligadas, ¿han contribuido a despertar el interés por la lectura? Empezamos ya haciendo mal la pregunta. ¿No sería mejor preguntarnos si con ese libro hemos logrado descubrir que la lectura es un placer? Y, más aún: ¿hemos contribuido a descubrir la grandeza y la belleza de nuestra lengua?

La dirección, el enfoque, la metodología, sobre las lecturas obligadas o recomendadas a nuestros alumnos debería ser uno de los aspectos esenciales de la labor en clase. Menos lecciones sobre las oraciones ilativas, -eso se lo dejamos para los filólogos-; menos horas dedicadas a examinar y calificar, y más horas dedicadas a leer, saborear, y experimentar el placer por la lectura.

Lecturas guiadas en grupos pequeños, equipos, leyendo, comentando y descubriendo. Detenerse en la frase de Pereda: "A veces era tan fino el tapiz de hierba menuda entre brezales rastreros y apretados que resbalaban los caballos" Nos quejamos de que haya españoles que no conozcan a Machado. Pero ¿leyeron, descubrieron y saborearon cuando eran chicos, en la escuela, frases de D. Antonio Machado? Aquellos versos de los Campos de Castilla: "Grises alcores, cárdenas roquedas / por donde traza el Duero / su curva de ballesta… /. Mandar lecturas.. no. Ayudarles en el aprendizaje de la lectura; ayudarles a descubrir lo que tienen delante y que usan todos los días ¿Qué tal si a continuación le escribieran una carta a un amigo que está lejos?


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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