15.09.2021 11:35h.

Ojo Con Las Tasas

Por Julio García-casarrubios Sainz

Valdepeñas 15 de septiembre de 2021


No quiero que nadie se me subleve. No quiero que nadie me malentienda. Cuando hablo de la enseñanza concertada quiero dejar dos cosas muy claras: La primera que no estoy en contra de la concertada; y la segunda que todos los centros concertados no son iguales, ni siquiera todas las regiones. La enseñanza concertada fue necesaria y sigue siéndolo, para cubrir el mapa de la universalización; para que todo español tenga cubierto su derecho a un puesto de enseñanza gratuita y de calidad. Y, decir también, que muchos centros concertados en España están desempeñando este papel con rigor y honestidad, cumpliendo con el espíritu establecido en los años ochenta.

Cuando manifiesto mi desacuerdo con la concertada, me refiero a los centros que más que públicos concertados actúan como auténticos centros privados, pero con el dinero de todos. Por ejemplo: En España el gasto medio que soportan las familias por alumno oscila entre los 60 y los 100 euros mensuales, dependiendo del centro al que asistan. Por principio esta diferencia que no debería existir. Pero lo que ya se hace insoportable es que existan casos en los que por conceptos de muy distinta índole y procedimiento, alcancen cifras que no están al alcance de todos. Ese no es el derecho de los padres a elegir centro, es todo lo contrario, es segregación, es desigualdad.

Las tasas extras deberían estar muy regladas, para que en ningún caso suponga una segregación de alumnos ricos y pobres. Y esto, por desgracia, sucede. Los centros públicos acogen en sus aulas un tercio de alumnos procedentes de familias con escasos recursos, mientras que en los concertados este porcentaje baja al 7,5 %.



Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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