30.05.2020 13:08h.

Segregación

Por Julio García-casarrubios Sianz

Valdepeñas, 30 de mayo de 2020


Acabo de leer que en un colegio de Madrid, no del barrio de Salamanca, de una barriada marginal claro, lo maestros se han visto obligados a organizar una campaña de recogida de alimentos para que los alumnos que llegaban al colegio sin desayunar y sin perspectivas de tener qué comer, pudieran tener acceso a una alimentación mínima. Que un colegio tenga que dedicarse a estas tareas dice muy poco bueno de una sociedad que se considere medio avanzada, del siglo XXI.

No es un colegio privado ni concertado claro. Es un colegio público. Esto revela que en la Comunidad de Madrid, se ha desarrollado una política de segregación, una política de discriminación. La estrategia está muy clara: desprestigio de la pública en beneficio de la privada. Los alumnos que acuden a la privada o concertada no tienen problema a la hora de desayunar ni de comer. Lo tienen muy bien resuelto. Son familias que pagan cuotas para tener mejores servicios, al tiempo que la administración abandona la pública.

Y después a reclamar el derecho de los padres a elegir libremente el centro y el tipo de educación que quieren para sus hijos. Claro son los que exigen el derecho a elegir un colegio donde predominen los alumnos que pueden pagarse un uniforme caro, que tengan acceso a enseñanzas bilingües y a toda clase de actividades culturales y deportivas. No. Estamos retrocediendo en la historia de la educación. La mejor garantía de libertad y de igualdad de oportunidades es una "Escuela Pública de calidad". Y cuando no exista segregación de colegios, podremos decir que los derechos de la familia están debidamente respetados.


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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