31.12.2019 00:10h.

Aprobar O Aprender

Por Julio García-casarrubios Sainz

Valdepeñas, 30 de diciembre de 2019


El profesor Enrique Javier Díez se pregunta: ¿Es posible educar sin exámenes? Con la mirada puesta atrás, durante más de cuarenta años dedicados a la enseñanza, tengo el convencimiento de que no es solo contestar con un sí rotundo, sino que se puede educar mejor sin exámenes. Los exámenes conducen a la deformación del proceso educativo. Sencillamente, sin darnos cuenta, se piensa más en los exámenes que en el aprendizaje, y mucho más si priorizamos la educación.

Los exámenes los hemos ido introduciendo en el quehacer de las aulas, con tanta fuerza, que a veces aparcamos lo que debería ser el objetivo primero y último: educar. Nos hemos acostumbrado a ver con normalidad que alumnos de enseñanzas obligatorias a las dos o tres semanas de empezar el curso, ya llevan exámenes. Cuando se introdujo en el sistema el concepto de evaluación continua, era precisamente para eliminar los exámenes. Pero no; lo que se hizo fue aumentar el número de exámenes. Se confundió evaluación continua con exámenes continuos.

Los exámenes han cambiado los objetivos. Se atiende más al rendimiento que a las necesidades. "El profesor bueno es el que genera buenos resultados, el que prepara mejor los exámenes". El prestigio de los centros viene dado en función de los resultados, y no en el nivel de formación del alumnado. Se comprueba la formación por la nota en matemáticas, y no en la formación integral del alumno para hacerlo un ciudadano capaz de pensar y reaccionar. ¿Y qué se consigue? Aprobar en lugar de aprender y educar.


Julio García-Casarrubios Sainz
Valdepeñas. Ciudad-Real


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