La compra del mundo: la culpa siempre es de los demás

Si el primer paso para compraros el mundo fue hacer que sintierais miedo de vuestra propia libertad, el segundo no iba a ser menos osado. Convertiros en artistas simplemente os daba la sensación de comodidad, de vivir vuestras vidas en plenitud sin grandes sacrificios. Ése mismo estatus os liberaba del miedo, transformando vuestras vidas en existencias libres de toda agonía. ¿Qué agonía?, la social. El ser humano es un ser social. Está en su naturaleza. Pero qué decir cuando los demás os preguntarán por esa comodidad, por ese bien vivir, teniendo en frente a una sociedad enferma. Cómo mirar a los pobres que piden en la calle, a los abuelos cuyas pensiones no les dan para comer y rebuscan en la basura, a los disminuidos de cualquier tipo que no tienen una cobertura social. Habéis aceptado la regla número uno: un mercado capitalista en el que todos queréis lo mejor (para vosotros mismos claro).

La compra del mundo pasaba por un punto difícil, en cualquier momento podíais rechazar el miedo, incluso podríais querer convivir con él, sabiendo que así conseguiríais algo aún más importante: la realización como seres humanos. Una realización al margen de la realidad que os vendían. Sería una catástrofe para el sistema. Imagínate, una persona normal que al mirar a los ojos a un pobre siente rabia y desesperación, y se propone luchar por ellos, incluso lo hace y... lo consigue. ¿Cuántos más lo harían?.

Daros una excusa. Esa fue la solución. Si al preguntaros por esa vida del artista que lleváis, al margen de los pobres, de los necesitados, del mundo incluso, tuvierais una excusa, la solución sería la mejor. Nadie abandonaría una vida de lujo y comodidad para ayudar a los demás si no se puede hacer nada, si el culpable es inalcanzable, si la causa está perdida. ¿Verdad que no?. Contestaros a vosotros mismos sinceramente. 

¿Cuál fue la excusa?. La culpa siempre es de otro, un otro aceptado socialmente. Dejadme que haga de adivino. ¿Porque cobro tan poco?, la empresa que es una avariciosa. ¿Porque los políticos roban?, porque son así, todos sin excepción. Aunque votáramos, el nuevo gobierno acabaría por robarnos. ¿Porque el cambio climático?, las multinacionales, siguen fabricando y usando plástico,  además, no puedo dejar de usar mi coche (supone demasiado sacrificio, un artista como yo, en el impredecible y común transporte público). Una predicción fácil, que cosas, todos pensáis lo mismo...

La culpa es vuestra vagos de mierda, traidores, inhumanos, terroristas del planeta. Sois el cáncer del mundo. Cobráis poco porque los artistas como vosotros no van a la huelga. Los políticos os roban, porque no tenéis cojones a quitarles el poder. El cambio climático es culpa de vuestra vaguedad, no servís ni para reciclar. ¿Cuánto vale vuestra vida?. Nada. La vida de alguien a quien pisotean, y en lugar de rebelarse usando incluso la fuerza, se mantiene en su zona de confort, a cubierto, señalando a los demás con el dedo como culpables no vale nada. Y encima dormís bien por las noches...

Meursault