La prodigiosa aventura de la señora Albita con el señor Pináter (7): Fidel descubre dos ocupaciones

Pináter:

Tengo noticias que darte. Hay una mujer y un hombre en tu vida. Ella se llama Albita y él se llama Edgar. Hemos tardado un poco más de lo habitual en cerrar esta investigación porque nos habíamos centrado en una sola persona pero luego advertimos que existía otra incursión que puede afectarte de una manera más intensa. Pero nada realmente importante de lo que preocuparnos, amigo, ella te admira tanto que realiza toda su actividad imaginando que tu la contemplas y algo más. Se esmera en complacerte y piensa que lo consigue lo cual le colma de felicidad. Es normal que no quiera conocerte porque tal vez tu juicio real sobre sus acciones no sea el mismo que ella imagina. Lo has detectado porque también Albita piensa que eres tu cuando alcanza momentos de éxtasis a través del esfuerzo y de la excitación. Pináter, doña Albita, como la llaman, imagina que eres tu mismo cuando pone toda su alma jugando al tenis y cuando, cada mañana y cada noche, alcanza un plácido orgasmo utilizando los dedos de su mano izquierda. Al principio pensé que deberíamos asustarnos por este tipo de comportamiento que denota una mente fingida o dividida en cierto dualismo alejado de la estructura mental que ella misma poseía hasta el momento en que decidió no solo pensar en ti sino actuar en cada momento como si tu estuvieras leyendo sus acciones, su vida. Y ahí es donde entra el otro personaje, Edgar. En este caso, se trata de alguien más enigmático del que apenas hemos podido reunir información. Sabemos que se ha erigido como una especie de biógrafo de tu relación con doña Albita. Sabemos también que ahora ha decidido crear un encuentro real entre ambos y que piensa revelar tu profesión de doctor que ejerces con todas las licencias oportunas desde que llegaste a este planeta. Este Edgar sí puede representar un problema pues está dispuesto a narrar que existen seres de otros lugares conviviendo aquí, con los terrestres. En este caso lo que hemos pensado es intervenir en sus relatos de forma que su ideación no suponga para nosotros ningún problema. Si consigue superar nuestros filtros tendremos que actuar para neutralizarle de una manera inocua para él pero absolutamente efectiva.

Parece que doña Albita ha ocultado en los últimos meses una enfermedad grave para los humanos. Creo que Édgar piensa enviarla a tu consulta.

Es todo lo que puedo decirte hasta ahora. Fidel.

Edgar

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