Ni soponinas ni Tribulus

Me dijo joder has estado fenomenal y yo le respondí es verdad, bueno no es por dármelas pero sí, tu también has estado muy bien, creo que ha sido el mejor polvo de mi vida con diferencia… Y el mío.

Y era verdad pero no tenía ni idea de lo que había pasado. Todo empezó como siempre, habían transcurrido ya unos días desde la última vez, nos empezamos a tocar, nos besamos, ella se puso encima y empecé a sentir algo nuevo, una emoción diferente, me retorcía de placer y me di cuenta de que ella también. Alargamos aquella locura todo lo posible hasta que los dos estallamos al tiempo y eso tampoco era muy habitual ya que ella, bueno ella… Nunca había perdido el control de esa manera. Luego me miraba relajada, respirando profundamente con unos ojos desconocidos, preciosos, felicidad y deseo. Le dije que yo era su espejo porque yo siempre soy muy romántico y me interrogó: ¿Qué has tomado? ¿Yoooo? Si, ¿qué has tomado, ginseng con guaraná, sapóninas esteroídicas, Tribulus terrestres?

Lo más curioso es que no había tomado nada, un café con leche por la mañana, nada diferente. ¿Hay otra mujer? No, mi amor, ¡estas loca! Pues algo ha pasado.

Seguí repasando mi día, había estado en el super comprando pan y pepinillos agridulces y luego fui a la lavandería a llevar el abrigo. También recordé que me estaba meando y que entré en el bar de al lado, fui directo al baño pero… Antes, me había limpiado las manos con gel, con el gel de la lavandería… Y luego me la había sacado para mear en el bar: ¡el gel hidroalcohólico!

A los pocos días me unté un poco de gel cuidadosamente, sin decir nada claro, probamos, pusimos todo el empeño por nuestra parte pero ya no era lo mismo. No dijimos nada y nos fuimos a ver un capítulo, pero los dos pensábamos en lo mismo.

Al día siguiente fui a la lavandería, dije, me gusta este gel que tienen ustedes, ¿dónde lo compran? ¡María, que dice este señor que dónde compramos el gel!

María lo sabía, sé que María lo sabía por cómo me miraba y porque le añadió un poco de intriga, dijo, el gel, el gel, ¿dónde he comprado yo este gel? Y sonreía. ¡Ah ya!, lo he comprado en el chino de la esquina, es uno que hay en el mostrador, pero no el que tiene el arbolito… Espera, te acompaño….

Kimi