El vecino inmunizado

Le dije a mi amiga Laura que yo ya tenía un novio inmunizado y la muy puta me respondió que ella dormía ya con uno desde hace una semana.

   - ¿Y quién es, si puede saberse?

   - Pues mi vecino del segundo. Nos vimos en el súper, hablamos manteniendo las distancias reglamentarias y ahora estamos muy pegaditos. No nos separamos porque dicen que los inmunizados trasmiten anticuerpos por la saliva y por otros efluvios…

   - ¿Y es mono?

   - Es muy mono, ya le tenía yo echado el ojo mucho antes de saber que era un inmunizado, pero ahora es mucho mejor que Mario, el pobre que está en su casa con tos seca, dice él que me llama todo el rato.

   - Que zorra eres, Laurita, mira que poner los cuernos a Mario con un inmunizado. Seguro que te llama todos los días, “ay mi Lauri, tengo tantas ganas de verte, mira lo que me estoy haciendo, cómo vas vestida ahora mismo…”. Se lo tendrás que decir…

   - Ah, no, Marta, ya se lo he dicho porque he decidido que lo mejor es casarse con un inmunizado para tener hijos inmunizaditos ya para toda la vida.

   - ¿Y cómo se lo ha tomado?

   - Mal, cómo se lo va a tomar. Me repite una y otra vez que él ha tenido también como una tos seca y yo le he contestado que Lope llegó a tener 39,5 de fiebre…

   - ¡Lope! ¡Pero si Lope era el novio de Flor!

   - Ya, pero Flor se ha marchado a Denia y se lo está montando con Enrique, un reencuentro, ya sabes…

   - Pues ¡hala!, cada oveja con su inmunizado, que me alegro que seas tan lista y tan rápida.

   - ¿Y tu se lo has dicho a Marcelo?

Rosi