Adiós, Cristina, adiós (o, parece que no aparece)

Parece que el ministro Catalá ha cambiado de opinión. En Dclm hemos tenido que sustituir sus declaraciones en las que expresaba su apoyo a Cristina Cifuentes, por otras en las que parece que ya no la apoya con tanta decisión; todo lo contrario.

El diputado cunero por Cuenca y ministro de Justicia utiliza mucho la palabra “parece” para justificar su cambio de opinión: "Cuando luego hemos ido conociendo que esos papeles, parece, que alguna firma no es auténtica, parece que no se ha presentado, que no aparece el trabajo, que hay una inspección que ha hecho la Conferencia de Rectores (CRUE) que también levanta algunas incertidumbres... Yo creo que todo eso ha añadido mucha información respecto a la que teníamos aquel día…".

El ministro dijo digo y ahora dice Diego. Parece que Catalá, Cospedal y otros que no supieron interpretar bien el maquiavélico fondo de aquello del apoyo a los nuestros, tenían mucho menos claro lo que ya resultaba obvio para el resto de los ciudadanos: el no-máster de Cifuentes y, lo que es peor, sus mentiras, sus justificaciones, su resistencia a adoptar responsabilidades que, ya lo dijo Esperanza Aguirre, no podían ser otras que irse cómodamente a su casa.

Ella, que fue la campeona contra la corrupción, nunca pudo pensar que un asuntillo menor, como conseguir un máster del universo por la cara o por teléfono, le iba a costar su presente y futura carrera política. A ver si de una vez por todas se dan cuenta de algo que se aplica en todas las democracias avanzadas: cuanto más alto es un cargo político, más responsabilidad adquieren sus mentiras. Tolerancia cero.

elObservadorDCLM