El pintor de la Corte

El humo del puro de Rajoy obnubila sus ojos. Sabe que la situación es muy grave, la más grave que vive España desde que se instauró el Estado de Derecho pero se resiste a tomar la decisión, una decisión. Que la tomen otros.

Hemos tenido la mala suerte de haber elegido presidente a un pasota, porque Rajoy podría haber sido presidente en otro momento de la historia de nuestra democracia, una época en la que la inacción no trajera consecuencias tan graves. La frase podría ser: de aquella holganza vinieron estos lodos. Ahora, todo el mundo le hace responsable y eso es también agotador. Es sabido que la pereza engendra pereza y quien la practica termina instalándose en la cesantía. Eso es. Si Rajoy no reacciona en las próximas horas se puede encontrar con la declaración de independencia de Cataluña y a la semana siguiente, tal vez, se disponga a preguntar a un letrado...a ver, a ver, estoooo...¿Qué dice exactamente ese artículo 155 de la Constitución del que todos hablan? “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España...(bla, bla, bla)...con la aprobación absoluta del Senado,  podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general” ¡Anda!, o sea que yo, el Senado con mayoría nuestra... pero ¿las medidas necesarias para obligar? ¡Y qué medidas son esas! A ver Soraya, que venga Cospedal, ¿no era la ministra de Defensa?. Pues está en Toledo. ¿Y qué hace en Toledo? A ver, a ver, jueves, presenta en el Museo del Ejército una exposición titulada Pinturas que libran batallas. ¡Qué notable! España en llamas y la ministra de Defensa presentando una exposición...¡Mira!, se me ocurre que es el momento de inmortalizarme en una pintura, qué venga el pintor de la Corte, este sofá parece cómodo, que venga también el peluquero.

elObservador