Las razones de García-Molina

El Partido Popular de Castilla-La Mancha debería realizar un esfuerzo para comprender que no todos los demás partidos, ni los demás ciudadanos tienen el mismo concepto que ellos sobre el comportamiento democrático. Que no todos proceden de forma tan radical e incendiaria, que no todos como ellos mienten cada día, que no todos son corruptos ni llevan una contabilidad en negro, que no todos reciben dinero de grandes empresas a las que luego devuelven favores políticos, que no todos, en fin, pueden presumir de un líder incapaz de tomar decisiones hasta que el conflicto catalán nos estalla a todos entre las manos. Pero, sobre todo hay algo que deben comprender porque se trata de la esencia de la democracia: no todos piensan o pensamos lo mismo.

Después de un extraño preámbulo, el líder de Podemos en Castilla-La Mancha se reunió con el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras. A la salida del encuentro, García-Molina, que es catalán, dijo que acudió a dialogar con Junqueras a título personal y no como miembro del Gobierno de García-Page; añadió que el Gobierno de Castilla-La Mancha se había desmarcado de su encuentro y dijo que eso le parecía bien: somos dos partidos distintos que compartimos acción de gobierno, y no tenemos por qué estar de acuerdo en todo; García-Molina defendió la importancia del diálogo incluso desde la diferencia y añadió que nadie debería tener nada en contra de hablar porque hablar, dijo, es también política y el PP debería practicarlo. Aseguró el líder regional de Podemos que, pese a haber nacido y tener familia en Cataluña, le había dicho a Junqueras que no es independentista, ni desea que haya un estado catalán y que le gustaría que se encontraran fórmulas negociadas, consensuadas y democráticas que permitieran ampliar el derecho a decidir de las personas, pero que también permitiera seguir juntos.

Todo eso dijo García-Molina y también aportó otras ideas en las que se podrá estar de acuerdo a no como cuando aseguró que las relaciones entre los catalanes y el resto de España serían mejores cuando sean entre iguales. Muchos españoles de diferentes comunidades autónomas suscribirían sin duda esta afirmación de García-Molina: ser iguales que los catalanes. Siempre desde la solidaridad y desde un sentimiento común de España, añadimos.

Recordamos de nuevo que la esencia de la democracia es la diferencia pero siempre dentro la legalidad. La Ley debe imperar incluso sobre el diálogo político: ¿qué sucedería por ejemplo si, en vez de actuar la Justicia sobre la corrupción del Partido Popular se hubiera intentado solucionarlo desde el diálogo?: ustedes no deberían haber robado tanto pero en fin...

Pero el diálogo es vital para resolver los problemas antes de que estallen.

A veces las decisiones de García-Molina han sido cuestionables y parece que han respondido más al dictado de su líder Pablo Iglesias que a los intereses de Castilla-La Mancha. Eso tendrán que evaluarlo los ciudadanos en las próximas elecciones. Pero, desde el punto de vista democrático, las declaraciones de García-Molina son intachables, absolutamente correctas.

La viceportavoz del PP en Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, considera sin embargo una “traición e ilegal” el encuentro de Junqueras con García-Molina. Aconsejamos a Riolobos que vuelva al principio de este artículo.

elObservadorDCLM