Nueve ciclistas integran la selección de Castilla-La Mancha para los Campeonatos de España juniors

Nueve ciclistas integran la selección de Castilla-La Mancha para los Campeonatos de España de ciclismo en carretera junior que se celebrarán este próximo fin de semana en las localidades de Serrada y Valladolid.

A las órdenes del seleccionador Francisco Javier Cerezo, competirán Jesús Tejero, Marco Marco, Javier Cerezo, Miguel Moya, Rubén Soriano, Jorge Lozano, Aitor Rodríguez y Álvaro Mena. La única representante femenina en la selección será Andrea Hurtado. Como auxiliar, también viajará con el equipo Andrés Bermejo.

Un equipo joven que parte hacia tierras pucelanas con la máxima expectativa respecto a los resultados.

Los Campeonatos de España juniors comenzarán el sábado 26, a partir de las 17 horas, en la localidad vallisoletana de Serrada, con las pruebas contrarreloj femenina y masculina, con 23 de participantes entre ellas y 35 en el caso de ellos.

En ambas cronos será un mismo recorrido de 15,8 kilómetros por la misma carretera, ida y vuelta, completamente llana y sin dificultades orográficas ni giros salvo el de mitad de prueba, por lo que tendremos un recorrido para corredores potentes. Tanto las chicas como los chicos saldrán con diferencias de 1:30 entre corredores, con diez minutos entre las dos categorías.

Con el mismo recorrido que el Trofeo Federación-Copa de Valladolid-Memorial Angel Lozano se disputará el próximo domingo 27 de agosto en Valladolid el Campeonato de España de fondo en carretera para juniors, que comenzará a las 11 de la mañana sobre un recorrido de 112,9 kilómetros. El trazado combina subidas cortas –La Parrilla (km. 15,3), La Garganta (km. 50,5), Portillo (km. 56,9) y Robladillo (km. 94)- con zonas llanas y páramos en las que el viento puede ser decisivo,

Antes de la prueba masculina se habrá disputado la prueba femenina, sobre 75,9 kilómetros, con salida a partir de las 8:30. Un recorrido que los 10,4 primeros kilómetros transita por buena parte de la prueba masculina. Después ataja para llegar hasta La Pedraja de Portillo -por lo que se evitan las tres primeras subidas- y coincidir con la prueba masculina en los últimos 50 kilómetros. Es decir, un perfil menos selectivo, pero en el que el viento también puede hacer daño, aparte de los ondulados kilómetros finales.