Un Blanco poco claro

La pregunta es sencilla: ¿quién, además del PP, claro, puede querer jibarizar el PSOE de CLM? Es decir: ¿Quién desea cortar la cabeza del socialista que, contra todos los elementos, desalojó a Cospedal hace dos años de Fuensalida, quien parece ser el único capaz de volver a evitar que el PP gobierne en Castilla-La Mancha dentro de algo menos de dos años? 

Ésta es una pregunta esencial para resolver la otra pregunta, más evidente, que todo el socialismo en la región se está haciendo: si la candidatura de José Luis Blanco como secretario general es una "frikada" de un hombre desesperado por su precaria situación o una operación perpetrada por Ferraz para arrinconar a un líder regional díscolo con Pedro Sánchez en el pasado.  

JOSÉ LUIS BLANCO: UN ALCALDE MUY DISCUTIDO

¿Quién es José Luis Blanco Moreno? Nacido en Madrid de familia manchega, Blanco lleva toda su vida en Azuqueca, la que él dice "mi ciudad". Militó en IU y llegó a ser concejal una sola legislatura con veinte y pocos años con esa formación, entonces con García Bonilla de alcalde y su padre, Gaspar Blanco, como mano derecha de Bonilla en el ayuntamiento alcarreño. Luego, desde 2007 a 2015, reapareció en política por el PSOE. Fue concejal con Pablo Bellido 8 años, y secretario local de la agrupación durante todo ese tiempo. En 2015, tras confirmar Bellido que no se presentaría a la reelección, se presentó a unas primarias contra otros dos concejales para ser candidato a la Alcaldía por el PSOE, y las ganó por los pelos, según cuentan algunos, aprovechando su posición de Secretario Local, la neutralidad pública de Bellido, que probablemente no le votó, y la certeza de que esas elecciones locales estaban ganadas de antemano por la extraordinaria inercia de los últimos años y el caudal de simpatía que despertaba el equipo de gobierno encabezado por Bellido.

Así, Blanco se convirtió en candidato y, unos meses más tarde, en alcalde tras una campaña donde todo el PSOE, sobre todo Pablo Bellido, que fue cerrando la lista, se volcó con él. A pesar de que las expectativas eran de mejorar los resultados, el Partido Socialista perdió un concejal, pero el resultado fue valorado positivamente porque el PP se dejó 5 ediles en el camino. 

Los dos años de alcalde de Blanco han estado presididos por la inacción en la gestión y una cierta capacidad para meterse en líos. Pactos firmados sin contar con el permiso de su partido con tránsfugas que luego el PSOE tiene que deshacer, fracasos en la gestión de proyectos importantes, ceses y dimisiones de concejales, problemas con los trabajadores con sentencias judiciales condenando al Ayuntamiento, críticas de la oposición por opacidad y comportamientos autoritarios...

“DESLEAL” Y DESCONOCIDO EN LA REGIÓN

Con todo, lo peor ha comenzado a suceder cuando Blanco ha anunciado su intención de desbancar a García-Page como líder de los socialistas castellano-manchegos. A partir de ese momento se han hecho públicas las diferencias en el seno del propio PSOE de Azuqueca. Así, Julio García, concejal de Blanco y portavoz socialista en la Diputación de Guadalajara lo ha considerado "desleal" y otros compañeros se han desmarcado de la iniciativa lamentando que quiera aparecer ahora con la bandera de Pedro Sánchez y el respeto a la militancia cuando "lleva año y medio sin asistir a asambleas locales, no explica su gestión y ha llevado al PSOE a niveles de impopularidad jamás conocidos en Azuqueca".

Blanco dice que se presenta porque "se lo están pidiendo muchos militantes de la región".  No parece que esto pueda ser verdad, ya que se trata de un hombre absolutamente desconocido en la región y los pocos que le pueden conocer es por una reunión de un día o un breve encuentro durante el Congreso Federal del PSOE, sin elementos objetivos para juzgar ni su competencia, ni su capacidad ni la coherencia de su apoyo a Sánchez y de sus actos como alcalde. 

IMPROBABLE QUE BLANCO PUEDA REVALIDAD LA ALCALDÍA DE AZUQUECA

Hay quien asegura que Blanco no podrá ser ni siquiera candidato en 2019 en Azuqueca, pues la Asamblea local elegirá a otro candidato que pueda ganar las elecciones. Puede ser. Aseguran que cualquiera que conozca a unas pocas personas de este municipio guadalajareño comprueba que es algo más que improbable que Blanco pueda revalidar en Azuqueca, ya que la gran mayoría de vecinos consideran su gestión muy desafortunada, a diferencia de lo que ocurría con su antecesor, Pablo Bellido, al que Blanco odia en secreto y, cada vez más, en público. 

¿Es posible que Ferraz elija para enfrentarse a  Page a un quemado para no desgastar otras opciones más valiosas como Tolón, alcaldesa de Toledo o González, Secretario Provincial del PSOE de Albacete? Es una especulación plausible, aunque quizá lo que suceda sea que la intención incluya no solo desgastar al presidente de Castilla-La Mancha como líder orgánico, sino incluso hacerle perder el gobierno regional y castigar a una federación en la que la mayoría de dirigentes, inclúyase aquí a líderes orgánicos e institucionales de toda la región, no son del agrado de Madrid. 

LO FUNDAMENTAL PARA EL PSOE, QUE NO GOBIERNE EL PP A PARTIR DE 2019

Claro que visto desde el terruño, fuera de las posibles maniobras conspiratorias y a largo plazo de Madrid, a la mayoría de militantes del PSOE regional lo que les parece importar es que gobierne su partido. Renunciando a interpretar el poder interno como un fin en sí mismo, lo cual es de pura lógica en los partidos con vocación de gobierno, ni siquiera los adversarios orgánicos de Page tienen la menor excusa: lo fundamental es conseguir que no gobierne el PP, el liderazgo orgánico debe estar para conseguir este resultado. Y el que mejor lo garantiza es Page, o alguien que pueda liderar el partido con absoluta coordinación con un Page centrado en la Junta y con voluntad de repetir como candidato en 2019. Y ese no es Blanco. 

Cuando alguien se pregunta cómo es posible que el PSOE de Castilla-La Mancha haya ganado tantas elecciones en una región mayoritariamente de derechas, una respuesta recurrente entre la militancia es ésta: con unidad y potenciando el liderazgo social del presidente de la región. Del que esté en ese momento. 

¿Qué hará el PSOE regional?, lo sabremos en septiembre. Los militantes del PSOE de Castilla-La Mancha tendrán la palabra. Deberán elegir entre dos opciones muy distintas, si se consuma la candidatura de Blanco y si Page se anima a seguir liderando el proyecto socialista castellano-manchego. Pero lo que se decide no es algo que importe y afecte solo a los militantes socialistas, sino que tendrá efectos en las opciones electorales de todos los partidos y en el futuro de la región. ¿Elegirán los socialistas a Emiliano García-Page, un hombre que ya ha demostrado capacidad para que votantes tradicionales del PP y otras opciones se planteen votar al PSOE, o a José Luis Blanco, un hombre que aseguran desde su municipio que está consiguiendo que votantes tradicionales del PSOE decidan votar al PP o a Podemos?

Pues ya veremos si los socialistas dan en el blanco. En un mes tendremos la respuesta.

DCLM