Desciende la venta de libros infantiles y juveniles

El descenso de la venta de libros infantiles y juveniles fue del seis por ciento en 2011, una cifra que suaviza la fuerte caída del 8,9 por ciento registrada en 2010, según revela el Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2012 que publica la Fundación SM, cuyos datos han sido obtenidos del Panel Nielsen.

Lines Carretero, directora de Publicaciones Infantiles y Juveniles de SM, ha explicado, en el marco del fallo y presentación de la 34º edición de los Premios Gran Angular y Barco de Vapor, que este -6% también se observa en el valor de ventas del mercado del libro, que consigue reducir el decremento del 10,8% registrado un año antes.

Este anuario también pone de manifiesto el efecto de la crisis en este sector, que se percibe en la continuidad a la baja de la producción editorial y, en concreto, en el número de ejemplares editados. En referencia a los datos obtenidos del estudio Comercio Interior del libro en España 2010, el número de libros infantiles y juveniles editados en este año descendió un 2,1 por ciento respecto a 2009.

Sin embargo, a pesar de este descenso, si se atiende a la tirada media de títulos se observa que en 2010 la cifra descendió solo un 3,9 por ciento, frente a la caída del 9,1 por ciento que sufrió en 2009. Asimismo, este apartado compara esta cifra con el dato total del sector, que revela una caída del 12,4 por ciento en 2010, por lo que se demuestra cierta estabilidad en la literatura infantil y juvenil.

En cuanto a los hábitos de lectura, esta publicación señala que el 90,6 por ciento de la población lectora mayor de 14 años se considera lectora. Además, el 98 por ciento de las familias declaran que es "fundamental" que sus hijos lean, según ha destacado Carretero. Respecto a la temática, el realismo gana terrero a la fantasía, aunque este género gana en calidad.

CATALÁN, GALLEGO Y VASCO

El Anuario Iberoamericano también analiza la situación del libro publicado en catalán, gallego y vasco. En el caso de Cataluña, describe el 2011 como un año en "stand by" y alude a un "cierto letargo" en las iniciativas editoriales.

Entre los ejemplos que demuestran esta tendencia, cita la eliminación de suscripciones por parte de las bibliotecas públicas a la revista 'Faristol', única especializada en literatura infantil y juvenil, y la disminución de la compra de fondos del Sistema de Adquisición Bibliotecaria.

En el caso de Galicia, los recortes institucionales han afectado al sector del libro, algo que se observa en el cierre de medios de comunicación y la disminución de la presencia de la lengua gallega en la enseñanza.

En cuanto a la edición, los datos del Comercio Interior do Libro en Galicia muestran un aumento ligero, aunque matiza que, a falta de datos oficiales de 2011, se percibe una menor publicación así como la concentración de nuevos títulos en períodos concretos.

En el País Vasco se han editado menos obras y, según este anuario, existe "poco espacio para la innovación". Las creaciones en lengua vasca para los más pequeños han sido muy pocas y la mitad lo son "gracias a la aportación de los traductores".

PANORAMA LATINOAMERICANO

Por otro lado, este volumen también profundiza en la situación de nueve países iberoamericanos. En Argentina destaca la "estabilidad y equilibrio" del sector gracias al auge del libro ilustrado y al incremento de la novela, mientras que en Chile también subraya el aumento de temas sociales en la literatura infantil y juvenil.

Los datos también son positivos en Brasil, país que ha experimentado un crecimiento en la producción de libros para niños y jóvenes que ha pasado de 55.589.897 en 2009 a 70.291.036 en 2011. Además, el Gobierno brasileño ha realizado una inversión a través de iniciativas como el Programa Nacional Biblioteca na Escola (PBNE).

En Perú, en cambio, entre el 70 y el 90 por ciento de la venta de libros se canaliza a través de las escuelas, lo que demuestra que la literatura infantil y juvenil es casi "inexistente" fuera del entorno escolar. En esta línea, también destaca una merma general en Puerto Rico.