Carpio de Tajo (Toledo) mantiene su fiesta de "Correr los gansos", pese a las 75.000 firmas que piden su abolición

En poco más de 15 días la Plataforma Change.org ha superado las 75.000 firmas pidiendo la abolición de “este arcaico e inhumano festejo”. Anualmente la Hermandad de Santiago, organizadora de los actos, recibe comunicaciones de organizaciones de defensa de los animales y otras instituciones pidiendo acabar con este ritual, consistente en arrancar la cabeza de los animales colgados de una cuerda en la plaza del pueblo, frente al ayuntamiento, desde caballos al galope. Las protestas consiguieron que hace unos años dejara de realizarse este torneo con animales vivos, y ahora se hace con animales previamente sacrificados por un veterinario.

La recogida de firmas ha puesto en el punto de mira de la opinión pública a la localidad toledana, que muestra su indignación por lo que considera una injerencia en sus tradiciones y algunos parecen dispuestos a reaccionar violentamente contra quienes osen interferir en el desarrollo de la fiesta, como ya ocurriera años atrás con un grupo de extranjeros que intentaron manifestarse contra esta práctica durante su celebración.

Evidentemente la opinión no es unánime entre los carpeños, si bien la mayoría de los contrarios a esta fiesta no muestra su disconformidad públicamente por saberse en minoría. Hay amantes de los caballos que no participan en la parte no cruenta de la exhibición ecuestre, e, incluso, quienes ni siquiera asisten al festejo en señal de protesta silenciosa. Y se lamentan de que el “Correr los gansos” sea un impedimento para la declaración de la fiesta como de interés regional, mientras que se incluye en la lista de las cinco fiestas más crueles con los animales. Algunos proponen reducir a dos –como ya se hizo en Alemania, donde un carpeño de los tercios de Flandes instauró esta práctica- el numero de animales, frente a la veintena que suele ser habitual, uno por cada uno de los jinetes, como paso previo a acabar con esta tradición.

La fiesta tiene una parte muy vistosa y emocionante consistente en galopadas de caballos enjaezados cuyos jinetes, por parejas, deben mostrar su destreza abrazándose por el hombro en plena galopada. Estos visten chaquetilla de color negro y galón dorado, pantalón ajustado con polainas blancas bordadas y bota negra de montar.

La impulsora de la recogida de firmas, Carmen Córdoba, denuncia que este ritual "se realiza con el patrocinio del Ayuntamiento de Carpio de Tajo y con el beneplácito de la iglesia, que debería ser la primera en liderar el fin de esta fiesta de sangre y muerte". "Aún es más triste –añade- que estas prácticas sean presenciadas por niños, que van a crecer aceptando que los animales deben ser motivo de festejo violento".

Las firmas acompañarán una carta dirigida al alcalde de la localidad, Germán Jiménez Marcos, y al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ambos del Partido Socialista, con el ruego de que “hagan todo lo que esté en sus manos para acabar con este arcaico e inhumano festejo”.