Carlos Pedrosa, secretario general: "UGT está en un proceso intenso y con cierto vértigo" (Entrevista DCLM.ES)

-Con su reelección la semana pasada va camino de los 18 años como máximo responsable de UGT CLM. ¿Significa esto que no hay cantera dentro de la organización?

No. Nosotros teníamos que haber terminado dentro de un año el mandato. Se ha recortado por circunstancias confederales, ajenas a UGT CLM, y en estos momentos la situación, que a nadie se le escapa que es delicada en todos los sentidos dentro de la UGT, pero también fuera para los trabajadores y trabajadoras, pues la organización ha preferido que haya continuidad, y día a día y paso a paso.

-Ha habido continuidad sin que se plantearan alternativas. ¿Es beneficioso, o no, que no haya confrontación a la hora de elegir al secretario general?

Confrontación ha habido, porque cuando la gestión de la anterior ejecutiva ha sido aprobada con el 64% y la ejecutiva ha salido refrendada por un porcentaje similar, eso significa que ha habido un debate intenso dentro del congreso regional.

-Antes de la celebración del congreso se hablaba que desde Madrid se iba a propugnar una candidatura alternativa, que luego no se produjo. ¿Cómo son las relaciones con la dirección federal?

Estamos viviendo dentro de UGT un proceso intenso y con cierto vértigo, aunque está planificado. Pasar de repente de un mandato de cuatro años a uno de tres; pasar de seis federaciones a tres y, por tanto, reducir a la mitad la estructura política del sindicato; cambios importantes en el marco competencial de las uniones regionales; dos candidaturas en el congreso federal… Todas estas cuestiones hacen que la intensidad con que se están viviendo los congresos sea importante. Y en ese sentido  creo que no está ocurriendo nada fuera de lo normal ni fuera de los cauces democráticos que marca la UGT.

-Le preocupa que el 36% de los delegados en el congreso no respaldara su candidatura?

No. Me preocupa que en el seno de UGT ese 36% y el otro porcentaje que me apoyó no seamos capaces de  encontrar  vías de acuerdo y de comunicación que nos permitan llevar de la mejor forma posible el día a día del sindicato. Pero estoy convencido de que eso va a ser positivo y  va a ir en sentido positivo.

-¿Qué desafíos afronta en esta nuevo mandato? ¿Cuáles son sus prioridades y principales preocupaciones?

El empleo, el empleo y el empleo. Y recuperar España y recuperar Castilla La Mancha para las trabajadoras y los trabajadores.

-¿Está satisfecho con que UGT tenga el 30% de los delegados sindicales en las empresas de la región?

No. Nosotros somos el segundo sindicato dentro de CLM, detrás de CCOO. Esto viene dado por los resultados en las elecciones sindicales, evidentemente, y nosotros aspiramos a  recortar  distancia con los compañeros de CCOO, competir con ellos en las elecciones sindicales y combatir con ellos frente  a las empresas y resto de poderes.

-Se está produciendo una paulatina disminución de la implicación de los trabajadores en las organizaciones sindicales. ¿Significa esto que hay una desconexión entre la clase trabajadora y los sindicatos?

Nosotros hemos tenido una pérdida de afiliación, como el resto de las organizaciones sindicales, durante los primeros años de la recesión y de la crisis económica. Esta sangría, al menos en UGT, ha parado desde hace 12 o 14 meses, y ahora  lo que nos toca es recuperar el espacio perdido en el ámbito de la afiliación y la  representación.

Es complicado en los tiempos actuales estar en conexión y en buena sintonía, sobre todo por todos los problemas y escándalos que ha habido en torno a nuestra organización en los últimos años. Yo he hecho autocrítica pública  y me ha sido criticado también, dentro y fuera, el que la haya hecho, se lo puedo asegurar. Creo que, una vez que se ha hecho autocrítica, lo que hay que hacer es corregir los errores y avanzar. Nosotros creemos que desde la presencia en las empresas, y saliendo de allí a la calle con la sociedad civil, en ese escenario está la solución para la conexión permanente con la sociedad  y, especialmente, con los trabajadores y trabajadoras.

-Por qué cree que se ha producido esa sangría, esa desconexión –al margen de los problemas de UGT- con los sindicatos de clase?

Ha habido varios problemas. Uno, el de la crisis económico y el aumento del paro, que ha llevado a una caída de la afiliación. Es un dato concreto y constatable. Y, posteriormente, yo creo que todo lo que ha existido desde un momento determinado, estos años de recesión para atrás, ha sido puesto en cuestión por los jóvenes. Probablemente porque los que estábamos al frente de las organizaciones, medios de comunicación tradicionales, instituciones de la democracia española no hemos sabido dar los espacios para que dentro los jóvenes pudieran construir su realidad política. Y, evidentemente, los jóvenes se han puesto manos a la obra a construir su propia realidad social y política. Creo que estamos todavía en tiempo de poder corregir esto de tal forma que lo viejo y lo nuevo convivan en armonía en España. Creo que esa es la solución para las organizaciones del sistema democrático.

-Teniendo en cuanta la situación de crisis por la que atraviesa el país, el alto índice de paro y la precariedad laboral, ¿considera proporcionado el número de personas que han acudido este año a las manifestaciones del primero de mayo?

Yo en modo alguno quiero que nadie encuentre censura por no estar. CCOO y UGT somos los convocantes de las manifestaciones del primero de mayo. Quien quiere ir, va, quien no quiere, no va, pero, en cualquier caso, la participación no ha sido alta. Nunca es lo suficientemente alta, y menos para los momentos que atravesamos.

Nosotros dedicamos, sobre todo la Unión Regional de UGT de CLM, la mayor parte de nuestro tiempo a hacer propuestas y a defender a aquellos trabajadores que peor lo están pasando, que son los desempleados. Cuanto más respaldo tengamos, más eficaz va a ser nuestro trabajo. Yo decía este primero de mayo que cuando un trabajador o una trabajadora no está afiliado, cuando en una empresa no se han hecho elecciones -y no digo qué sindicato tiene que hacerlas-  eso en ambos casos es una victoria contra los intereses de los trabajadores, y eso hay que explicarlo.

-¿En un mundo globalizado en todos los sentidos, ¿los sindicatos han sabido adaptarse a los nuevos tiempos?

Creo que los sindicatos estamos en clara desventaja frente a lo que se está convirtiendo la globalización, y que en sus inicios se denunció. Creo que la influencia de los lobbies económicos –lo estamos viendo con la denuncia de Green Peace respecto a la negociación del TTIP entre EEUU y la UE- los lobbies económicos y financieros tienen una capacidad de influencia en el poder político tradicional de la que nosotros carecemos. Intentamos reforzar el internacionalismo sindical a través de la Confederación Europea de Sindicaos, de la Confederación Sindical Internacional, pero, visto lo visto, evidentemente no es suficiente.

-¿Cabe la posibilidad de un mayor acercamiento, de una fusión, incluso, entre UGT y CCOO?

Últimamente se ha hablado sobre este tema. Y creo que la fusión de CCOO y UGT no sería ventajosa para los trabajadores. Si lo fuera, bienvenida sea. Pero yo creo que la competencia sindical en las empresas, esa diferencia entre los dos únicos  sindicatos de clase que se manejan en las elecciones sindicales de todo el país, esa competencia es beneficiosa para los intereses de los trabajadores y las trabajadoras, que pueden elegir dentro del sindicalismo confederal y de clase y, por tanto, fuera de los sindicatos profesionales, corporativos o como cada uno quiera llamarlos, pueden elegir entre dos opciones diferentes. Y si, además, somos capaces, como hasta la fecha lo estamos siendo, de hacerlo compatible con la unidad de acción en los grandes temas como son las pensiones, el salario mínimo interprofesional, la cobertura por desempleo y demás, pues eso creo que es positivo para los trabajadores.

-¿Qué balance hace de los 10 meses de gobierno socialista en la región?

Creo que se ha producido una apertura importante del ejecutivo autonómico a la sociedad de CLM con respecto a la etapa anterior, y ese es un dato positivo. Creo que todas las administraciones, la JCCM y el resto de comunidades autónomas tienen un problema de financiación, y me cuesta trabajo hacer una valoración en un espacio tan constreñido de tiempo, sobre todo cuando se acaban de aprobar –y de forma incompleta- los presupuestos regionales. Pero lo que sí puedo decir es que si en este país no recuperamos la economía y, por lo tanto, el empleo, y de ahí pasamos a ir recuperando los ingresos de las administraciones públicas, esto va a ser un desastre porque no vamos a poder hacer algo que es fundamental, que es recuperar los servicios públicos y la atención a los ciudadanos en todo aquello que nos demandan.

-Cómo valora la política que el gobierno regional está desarrollando en materia de empleo?

Primero, decir que el plan extraordinario de  empleo es una iniciativa del presidente Emiliano García Page, que nosotros hemos firmado  un acuerdo de seguimiento y de aplicación del mismo, y en ese sentido nos parece una medida positiva. Pero queda mucho por hacer. Por ejemplo, los fondos que el otro día fijaba el Gobierno de España en la Conferencia Sectorial para Políticas Activas de empleo son enormemente pequeños para las necesidades que tenemos, y más visto el paro que nos ha dicho la EPA en el último trimestre. Por tanto, nosotros vamos a seguir pidiendo al Gobierno de Castilla La Mancha lo mismo que al de España: que siga apostando por las políticas activas de empleo, por la formación para el empleo y, evidentemente, por inversiones productivas, aunque somos conscientes de que el señor Montoro tiene a las comunidades autónomas atadas de pies y manos.

-¿Cuál es su opinión sobre los primeros presupuestos del Gobierno socialista?

Yo dije, y sigo diciendo, que son unos presupuestos que van en la dirección correcta en términos generales. Me remito a lo  que decía antes: adolecen del problema de los presupuestos de cualquier administración en este momento, y es que son claramente insuficientes para las amplias necesidades que tenemos los ciudadanos y ciudadanas, especialmente los trabajadores y trabajadoras. Los presupuestos pueden ir en la dirección correcta, pero si desde Alemania o el Reino de España, y por tanto al conjunto del Estado, a la JCCM la Unión europea nos ha dicho que en 2018 tenemos que llegar al 3% de déficit, pues evidentemente esto es imposible. No se puede cuadrar el círculo con las necesidades que tiene ahora mismo este país en materia de protección social, dependencia, sanidad, educación. No se puede. Necesitamos, sinceramente, que tras el daño que nos han hecho la UE y ciertos organismos internacionales, de la mano de dos gobiernos de España, uno de cada color político, nos dejen respirar.

-¿Cómo son sus relaciones con el PSOE de la región?

Nosotros en este momento tenemos las relaciones propias del diálogo social que el presidente García Page ha puesto en marcha con el gobierno de la comunidad autónoma. Nuestras relaciones con el PSOE se limitan a la cordialidad institucional que tenemos con otros partidos. Y yo, sinceramente, después de mi congreso regional hace una semana, no puedo olvidar el agradecer a todos los partidos la representación al más alto nivel que han tenido. Ha estado con nosotros el coordinador regional de IU, gente importante dentro del PP, también de Podemos y, por supuesto, del PSOE, que siempre está con nosotros en los congresos. Por cierto, también en el primero de mayo junto con Podemos e IU.

-Pero, a día de hoy, UGT ya no es el sindicato del PSOE, como lo fue tiempo atrás.

Yo creo que eso en CLM es más que evidente desde hace muchos años. El PSOE y UGT tuvieron una trayectoria bastante de la mano hasta 1988, donde se produce  un divorcio, incluso estatutario, porque hasta  ese momento era obligatoria la doble afiliación. Yo recuerdo varios nombres, incluso el de Cándido Méndez y Nicolás redondo, que fueron diputados en el Congreso. Dimiten una vez que Felipe González y su gobierno toman una medida en torno al contrato de inserción. Entonces se produce la dimisión de los dirigentes de UGT, aunque no de todos. Los que no dimitieron dejaron de ser dirigentes del sindicato y siguieron en sus responsabilidades del partido, y los que dimitieron como diputados y otros cargos estuvieron al frente de sus responsabilidades de UGT y abandonaron las del partido. En ese momento se produce un divorcio estatutario que, más allá de cuestiones para nosotros  de carácter sentimental, pero muy importantes, como son homenajes a Pablo Iglesias Posse, nuestro fundador, más allá de eso se traduce en la cercanía ideológica y en los desencuentros propios cuando gobierna este partido.

-¿Qué balance hace de los cuatro años de Gobierno del PP en la región?

Yo creo que el balance lo han hecho los ciudadanos. El PP ha estado cuatro años gobernando, de 32 que llevamos de gobiernos autonómicos, y no ha sabido convencer a los ciudadanos para su continuidad. Yo calificaría la situación de desencuentro y de un gobierno muy crispante y de espaldas a la sociedad de CLM.

-¿Y qué le parece el recurso contra las 35 horas de los funcionarios y la consiguiente decisión del Tribunal Supremo?

-Creo que de aquellos polvos vienen estos lodos. La forma de gobernar de Cospedal, a base de recortes en servicios públicos, tiene su referente en el Gobierno de España de Mariano Rajoy, y viceversa. A mi me cuesta mucho trabajo pensar que la secretaria general del PP no podría hacer algo más para que este recurso del Gobierno de España volviera a los corrales. En cualquier caso, yo soy de los que empiezan a pensar que el Gobierno de España tiene enfilada a nuestra comunidad autónoma.

-Por último, ¿se siente defraudado por el fracaso de esta XI Legislatura?

No. Estoy decepcionado y preocupado con que los partidos políticos empiecen esta precampaña prácticamente pidiendo disculpas porque haya posibilidad de votar de nuevo y la democracia funcione con normalidad. Debe ser que estoy muy mayor, pero estoy acostumbrado a que cuando la  democracia funciona con normalidad y hay que volver a votar, hay que alegrarse. Y todos los partidos políticos están empezando esto como si hubiera que pedir disculpas y devolver el dinero por anticipado. Me parece una  insensatez, porque lo que tendrían que hacer es llamar a ilusionar a la gente y a que todos acudiéramos a votar y a solucionar este problema. Lo que tenemos que pensar los ciudadanos es en nuestros intereses, especialmente los trabajadores, y a partir de ahí acudir a votar en masa, porque parece que no quisieran que fuéramos a votar.