La defensa de nuestra región, los órdagos nacionalistas y la equivocada política del Partido Popular de Castilla-La Mancha

Aunque nuestra democracia es joven, los ciudadanos hemos reunido ya datos suficientes para constatar que detrás de nacionalismos, regionalismos, victimismos y ombliguismos existen intereses políticos de los partidos que los esgrimen. Y que han dado gobiernos durante muchos años a formaciones como Coalición Canaria, Convergencia i Unió o el Partido Nacionalista Vasco. En menos medida, otros partidos políticos y gobiernos han utilizado la palanca del populismo para mantenerse o perpetuarse en el poder, al tiempo que esgrimían una férrea defensa de los intereses de sus territorios enfrentándose con el gobierno central y con otros territorios en litigio. Los insularistas canarios descubrieron muy pronto el filón que suponía su hecho diferencial. Luego se convirtieron en nacionalistas o “archipielaguistas” que obtenían mayorías holgadas para gobernar lanzando sus magníficos plátanos contra una política arancelaria común que permitía la entrada en la UE de la banana americana. Los "tics" se han repetido por otros nacionalistas: España no nos quiere, somos los mejores, tenemos más historia, lengua propia, etc.

LA DEFENSA DE LA REGIÓN, UNA OBLIGACIÓN DE CADA GOBIERNO

En su justa medida, la defensa de los intereses de la comunidad que se gobierna no solo es legítima sino una obligación que dota de sentido a un Estado de las Autonomías que, antes o después, se convertirá en un Estado Federal. Otra cosa es ir elevando artificialmente el listón del victimismo o el hecho diferencial para intentar ofrecer una falsa imagen de redentores, más o menos indignados, y mantenerse así en el poder con la hábil estrategia de levantar o exacerbar ánimos que tan buenos resultados sigue dando en nuestra aldea global.

El problema surge cuando ya no existen historias que esgrimir, ni victimismo que soportar, cuando los nacionalistas deben ir elevando el listón de sus reivindicaciones hasta llegar al terrorismo o a la secesión. Así, el hecho diferencial se convierte en un disparate real que deja en pésimo lugar a los verdaderos objetivos de un Estado: la solidaridad, el esfuerzo compartido, el orgullo de pertenecer a una nación, trabajar para ella y para que esa nación se convierta en un lugar atractivo, amable y lleno de oportunidades. El equilibrio entre defensa de intereses y solidaridad es, para entendernos, la realidad que subyace y uno de los ingredientes del éxito de la película “Ocho apellidos vascos” porque en el fondo los españoles nos queremos y nos sentimos orgullosos con los éxitos de vascos, catalanes, riojanos o castellano-manchegos. Pero también nos va la marcha de la alentada confrontación, así somos. Somos de un equipo y odiamos a los del equipo contrario.

CASTILLA-LA MANCHA: EL INSÓLITO GOBIERNO DE COSPEDAL

En Castilla-La Mancha hemos sufrido en los últimos cuatro años un hecho insólito. Un gobierno, el presidido por Cospedal, despreciaba los intereses de los castellano-manchegos hasta unos horizontes que dejaban ver la humillación, el maltrato e incluso la más absoluta falta de compasión por sus ciudadanos. Sus intereses personales y políticos eran otros y su gobierno ha durado cuatro años.

El nuevo gobierno de Castilla-La Mancha, el de Emiliano García-Page, hereda de Bono la defensa de nuestra tierra que debe mantenerse en la justa mitad sin olvidarse de la solidaridad con otros territorios pero sin ceder un ápice en sus intereses.

EL PP DE CASTILLA-LA MANCHA DEBE DEMOSTRAR QUE ES CAPAZ DE DEFENDER MÁS Y MEJOR A NUESTRA TIERRA

El Partido Popular de Castilla-La Mancha, heredero de comportamientos demasiado evidentes de Cospedal como la traición o la venganza contra nuestra tierra, se equivoca radicalmente y lesiona su propia imagen al no apoyar firmemente la defensa de nuestros intereses. Esa estrategia podía dar (y dio) sus merecidos frutos a la oposición en la etapa anterior cuando el gobierno no defendía a nuestra tierra pero ahora, con un ejecutivo que sí la defiende y hace de esa defensa justa divulgación, sitúa al PP en tierra de nadie, en una perseguidora y molesta mosca desorientada. En vez de poner trabas y esgrimir argumentos inconsistentes, el PP de Castilla-La Mancha haría bien en reconvertirse y demostrar que es capaz de defender más o mejor que el gobierno los intereses de Castilla-La Mancha. Esa debería ser su tarea de oposición.

JUZGAREMOS A LOS POLÍTICOS POR SU TRABAJO PARA FACILITARNOS Y MEJORARNOS LA VIDA

Ha llegado la hora de que los ciudadanos juzguemos a los políticos por su trabajo real, por la defensa justa de nuestros intereses, por su efectividad a la hora de mejorar la calidad de nuestras vidas, de hacernos la vida diaria más fácil, en nuestra salud, nuestra formación, el futuro de nuestros hijos, el deporte, la cultura y hasta en la facilidad para aparcar nuestros coches en nuestras ciudades. Ya no nos interesan otras habilidades artificiosas como la capacidad de poner siempre palos en las ruedas y la nula capacidad de diálogo, la nula capacidad de unir esfuerzos y no demostrar nunca que puede ser mejor que el otro en voluntad y eficiencia. Premiaremos la honestidad, el trabajo hacia los ciudadanos, la defensa de nuestra tierra y no la capacidad de un artificial enfrentamiento permanente.

elObservadorDclm