Orgullo: "Presidente, no nos olvides"

Sobre el libro de la Constitución, Page juró ayer tarde su cargo. Luego, en su discurso, contó que de pequeño su padre le habló de unos hombres que iban a repartir unos libros. Page ayudó a entregar aquellos libros que eran ejemplares de la Constitución de 1978. El quinto presidente de Castilla-La Mancha aludió a la calurosa tarde toledana y dijo: “he querido contar en este acto con la gente que más frío tiene desde el punto de vista social, para que sientan calor".

Por eso, antes de que Page extendiera su mano sobre esta página, cuatro ciudadanos hablaron en  el Palacio de Fuensalida que no acogía la toma de posesión de un presidente autonómico desde el año 1999. Alfredo, trabajador de colectivos sociales con discapacidad: “Necesitamos más apoyo que el resto de la sociedad. Le pedimos sensibilidad y cercanía”; Jesús, trabajador autónomo: “Le pido que cumpla y se nos escuche"; Lucía, una joven castellano-manchega que vive y trabaja fuera de la región: "Nadie nos ha escuchado. No queremos irnos pero tampoco quedarnos si el horizonte es el paro. Piense en nosotros, queremos creer para volver" y , finalmente, Estefanía, una joven con síndrome de Down: "Presidente, no nos olvides”.

El nuevo presidente dijo luego, en su discurso, que "los políticos deberíamos ser todos ciudadanos de la calle" y se comprometió a “achicar las desigualdades, favorecer la cohesión social, trabajar por un medio ambiente sostenible y por mejorar la cultura y la educación”. Frente a Page, en primera línea, estaban los presidentes que le antecedieron: Jesús Fuentes, José Bono, José María Barreda y María Dolores de Cospedal. Al lado de Cospedal se sentó Pedro Sánchez. Hablaron poco entre ellos. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, siguió muy atento el discurso de Page, algo menos emocionado que otros como Jesús Fernández Vaquero, secretario de Organización y ahora Presidente de las Cortes y la nueva alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón. Ambos han trabajado junto a Page y muchos otros estos cuatro años para llegar a vivir este momento.

Cospedal escuchó a Page, elegante y sobria. Dio la sensación de ir superando el revés del 24 de Mayo aunque fue, sin embargo, la única de la fila que no se levantó cuando irrumpieron los aplausos tras el discurso no leído de Page. Nuestro nuevo presidente recordó a sus padres: “Me enseñaron desde pequeño que la lotería está muy bien... Pero siempre me han dejado claro que como mejor se va uno a la cama es cuando ha conseguido algo que le ha costado mucho esfuerzo".

También habló Page de su mujer y de su suegra: “Me dan un ejemplo permanente de que no hay que levantar los pies del suelo... hay que ser de donde uno ha sido siempre, de donde ha echado raíces".

Echar raíces en la tierra, no despegar los pies del suelo, gobernar para todos, sin discriminar...Page pidió a los castellano-manchegos que “me recuerden todos los días para qué estoy aquí...que me ayuden a defender los intereses que son comunes y gobernar con cercanía".

La cercanía llegó después del discurso de Page cuando más de un centenar de asistentes al acto quisieron hacerse un selfie con su nuevo presidente.