"Aquí estamos": La seria llamada de atención de sociólogos y politólogos de Castilla-La Mancha

El Colegio de Sociología y Ciencias Políticas de Castilla-La Mancha se reunía en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) el pasado sábado para analizar, entre otros asuntos, la situación de la región en relación a las perspectivas profesionales de estos titulados y han lanzado el siguiente manifiesto que supone "una seria llamada de atención sobre la difícil situación por la que atraviesa la región y la falta de oportunidades para el desarrollo de unas disciplinas que -según indican en el propio documento- podrían contribuir al desarrollo económico y social de la comunidad autónoma".

Publicamos a continuación el comunicado íntegro:

<i>En estos tiempos de recortes, austeridad y miedo, contemplamos estupefactos cómo las disciplinas relacionadas con lo social van poco a poco extinguiéndose, tanto en la consideración de las instituciones como en la valoración de la propia sociedad, más ocupada y preocupada, como no puede ser de otra manera, por salir adelante cada día.

Estamos viviendo una larga crisis económica que no sólo puede describirse en términos macroeconómicos, sino que está afectando a las condiciones de vida de muchas personas, generando un fuerte impacto en la sociedad y, en este sentido, estamos viviendo un tiempo, en el que todo se desestructura, cambia y muda. Sin embargo, supone una extraña paradoja que en esta situación no tengan la mejor consideración las disciplinas sociales, encargadas precisamente del estudio de estos cambios, de estas nuevas configuraciones y de las posibles tendencias para un futuro próximo.

La Universidad de Castilla-La Mancha, que tan importante ha sido para la propia existencia de nuestra región, está sosteniéndose a duras penas, y dedica más energías a sobrevivir que a dotar de identidad y autoestima a un territorio que históricamente no ha sido más que la finca de recreo de poderosos y la fábrica de mano de obra barata de un centralismo provinciano afincado en la capital. Esta misma universidad nunca consideró necesario dotarse de una titulación en Sociología ni en Ciencias Políticas, por lo que nuestros profesionales se forman y cualifican fuera de su región desde siempre y apenas han conseguido empleo aquí, no ya en estos tiempos de recortes y limitaciones presupuestarias, sino que tampoco en épocas de mayor crecimiento económico se aprovechó para impulsar esta disciplina en nuestra región. Esta misma universidad cuya plantilla de profesores, alguien tiene que decirlo, vive mayoritariamente en Madrid, no se ha caracterizado por ser un motor eficaz para el desarrollo productivo y territorial de Castilla-La Mancha.

A pesar de eso, aquí estamos, prácticamente ausentes de las plantillas del personal de las Administraciones Públicas en general, infrarrepresentados en áreas que podrían ser propias de nuestra formación, como los servicios sociales (cuando estos tenían una importante red de profesionales), de las agencias de desarrollo local (cuando los gobiernos se preocupaban del desarrollo local), sin que la Junta haya convocado plazas casi nunca para nuestros titulados (cuando existían convocatorias de empleo público). Pues bien, aquí estamos, formados para analizar y estudiar las cuestiones sociales, el poder, las instituciones, los partidos, el comportamiento electoral, la calidad de los servicios públicos y todo aquello relacionado con lo social, en lo que lógicamente cualquiera tiene opinión y pocos tienen criterio, aquí estamos intentando salir adelante en nuestra región y sacar adelante a nuestra región…

Seguimos esperando que este gobierno ahora (otros tampoco lo hicieron) pongan en marcha un barómetro regional que nos diga cómo somos, cómo cambiamos, cómo vemos el futuro, cómo votamos, cómo votaremos… Aquí estamos clamando porque haya políticas públicas y no se ponga en venta lo poco o mucho que hemos logrado como sociedad, clamando porque se evalúen las políticas públicas y sepamos cómo se gasta el dinero (y para qué sirve nuestro dinero), clamando porque haya transparencia de verdad en cada uno de los actos de los gobiernos en todos los niveles, porque la participación deje de ser una pose que se sustenta en meras declaraciones políticamente correctas o en cuatro tweets, y que sea algo real que refuerce la cantidad y la calidad de nuestra democracia.

Somos sociólogos y politólogos, no tenemos varas mágicas ni todas las soluciones a los problemas sociales de esta región, pero sí conocemos la manera de analizar sus problemas, de oír la voz de los castellano-manchegos y de evaluar el funcionamiento de sus instituciones para que, al menos, exista transparencia en su gestión y los ciudadanos sepan con qué criterios se gastan sus dineros y qué resultados o beneficios sociales se obtienen con sus políticas.

Aquí estamos, al servicio de nuestra región, la que tanto esfuerzo ha costado a los castellano-manchegos, la que algunos que la gobiernan ni siquiera conocen y la que está perdiendo mano de obra y profesionales cualificados, mandando a muchos de sus hijos a otros sitios para poder ganarse la vida. El diagnóstico de la situación actual no puede ser positivo, pero esta región tiene sus recursos y sus potencialidades y, sin duda, puede aprovechar mejor sus oportunidades; pero requiere que sus problemas sean analizados con rigor y con objetividad, así como necesita planteamientos estratégicos que nos permitan trabajar hacia un futuro mejor.

Aquí estamos, somos politólogos y sociólogos que hemos nacido aquí o que vivimos en este territorio, que nos sentimos castellano-manchegos y castellano-manchegas, que queremos a nuestra tierra y a nuestras gentes, y que por eso lamentamos que no podamos contribuir más al verdadero desarrollo de nuestra región.</i>

<b>Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla-La Mancha.</b>