Declarado Bien de Interés Patrimonial el Chalet de Fontecha en Albacete, con la categoría de Construcción

El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha publicado una Resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, por la que se declara Bien de Interés Patrimonial el Chalet de Fontecha en Albacete, con la categoría de Construcción de Interés Patrimonial.

Según publica el DOCM este jueves, se trata de un palacete ejemplo de la tipología arquitectónica y urbana que caracteriza las construcciones de tipo residencial del primer cuarto del siglo XX.

Esta tipología de vivienda unifamiliar aislada o con una sola medianera fue característica de los solares que se encuentran en el área comprendida entre el denominado Parque de Canalejas (actual Abelardo
Sánchez) y sus inmediaciones, como el último tramo de la calle Tesifonte Gallego donde se ubica el inmueble objeto de la declaración.

El inmueble es obra de los arquitectos Julio Carrilero y M. Muñoz, según proyecto del año 1922, y representa las construcciones residenciales, edificadas al compás del desarrollo social y económico de la sociedad burguesa albaceteña de principios del siglo XX.

EL ENTORNO

Respecto al entorno del Bien de Interés Patrimonial, está constituido por el jardín que se desarrolla a partir de las fachadas sur y suroeste del edificio del Chalet objeto de la declaración. En este sentido, el entorno definido constituye un espacio inseparable del edificio, dado que forma parte de la configuración y el concepto arquitectónico que tipológicamente caracterizan al Bien de Interés Patrimonial.

En este sentido, el espacio del jardín cumple plenamente los parámetros que para el entorno se definen en el artículo 14 d) de la Ley 4/2013, de 16 de mayo de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, como espacio cuya posible alteración puede afectar tanto a los valores del edificio, como a la concepción arquitectónica original del mismo.

Actualmente, el Chalet Fontecha se encuentra flanqueado por dos grandes edificios de considerable altura, claros representantes del tipo de construcción de los años setenta.

Por lo tanto, la configuración espacial del entorno del inmueble debe necesariamente ceñirse al jardín asociado al mismo, dada la configuración contemporánea del conjunto arquitectónico que lo rodea.